Este fin de semana, la comunidad del club Villa Dora se encontró con una ingrata sorpresa: nuevamente la sede de Monte Vera había sido víctima de un robo.
"Esta vez no pudieron con la puerta por la reja, pero rompieron la pared. Hicieron un boquete de unos 60 centímetros de diámetro e ingresaron al galpón donde tenemos las herramientas", relató al móvil de LT10 y Litus el vicepresidente de la institución, Adrián Ramseyer. "Esta vez arrasaron con elementos deportivos: las redes de fútbol, la máquina y el látex para marcar la cancha, sintético para pintar porque estamos haciendo unas refacciones, máquinas de soldar, electrodos...", enumeró.
Ramseyer estimó que "debe ser la sexta vez que entran a ese lugar" y contó que en una oportunidad se llevaron "un freezer de los más grandes que hay y heladeras comerciales".
Además, recordó que cuando quisieron poner alambrado, "se lo robaron". "Tenés que hacer una muralla china o una cárcel para que no te entren", ironizó, y agregó, resignado: "y bueno... cambiaremos de hábitos y trataremos de juntar de donde no tenemos para volver a tener las herramientas, que realmente las necesitamos".
El problema es que este no es un año más. A raíz de la pandemia, las tres principales fuentes de ingreso de Villa Dora están suspendidas: los bailes, los alojamientos deportivos y el alquiler de las canchas. Por eso, ahora están "peleando" para que los habiliten a abrir, cuanto menos, como bar con espectáculos de música.
"Con los tres recursos principales muertos se nos complica muchísimo, va a costar un tiempo volver a estar con el cuello afuera del agua", lamentó Ramseyer.