Fue un vuelo sin inconvenientes, sin turbulencias, con el cumplimiento de los horarios previstos coordinados a la perfección. Pero no era un vuelo comercial de los tantos que efectuara Aerolíneas Argentinas. Se trataba de un viaje de carácter humanitario que puso al personal aeronáutico ante nuevos desafíos: traer al país insumos médicos de vital importancia para luchar contra el coronavirus.
“Sabíamos que traíamos insumos médicos, trajes de bioseguridad, capas protectoras, barbijos y reactivos, pero sólo veíamos la caja cerrada porque no podíamos tener acceso. Nos enteramos del contenido por los medios”, contó a LT10 José Aguer, piloto de 43 años, nacido en Paraná, integrante de la tripulación del Airbus 330-200 de Aerolíneas Argentinas que realizó el largo viaje a Shangai, China.
El operativo, que comenzó el miércoles 15 de abril, finalizó a la 8.30 de este sábado cuando la aeronave finalmente aterrizó. Fueron en total 62 horas de vuelo que incluyeron las tareas de carga en el aeropuerto chino donde la tripulación permaneció prácticamente dentro de la aeronave argentina.
Así aterrizaba el primer vuelo desde China ✈️🇦🇷. Un gran reconocimiento a todos los que hicieron posible esta operación especial. #AerolineaDeBandera #Coronavirus pic.twitter.com/K85emgStnn
— Aerolíneas Argentinas (@Aerolineas_AR) April 18, 2020
El último tramo del vuelo AR 1071 desde Auckland, Nueva Zelanda, hasta Ezeiza estuvo a cargo del comandante Pablo Biró y el copilot Eduardo García. Junto a ellos estuvieron Eduardo Jorge Ravera, Juan Pablo Mazzieri y Fernando Carrea. La integran ocho copilotos: Miguel Ángel Dimoulas, Víctor Antonio Saavedra, Guillermo Masnata, Nicholas Daich, Guillermo Granara, Víctor Javier Mantello y José María Aguer. También participan el jefe de carga, Fernando Simone, los técnicos aeronáuticos Gabriel Castelnuovo, Oscar Giordani, Mariano Torres, el inspector José Ackerl y la despachante de aeronaves Analia Fronti.
Medidas de seguridad
La aeronave Airbus 330-200 especialmente acondicionada para el transporte de cargas mediante mallas contenedoras -que permitieron ampliar su capacidad en hasta un 84 por ciento extra-, tocó pista y fue recibido por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el presidente de la compañía, Pablo Ceriani.

Aguer precisó cómo se cumplieron todas las medidas de bioseguridad: “Se realizaron coordinaciones para no bajar (del avión), todos estábamos con trajes protectores de bioseguridad”, indicó.
El piloto aseguró que el vuelo fue normal. “Sorprendentemente debo decir que en los momentos que estuve al mando del avión no tuve turbulencias, era algo nuevo, inédito, estábamos muy contentos de poder hacerlo. No tuvimos percance en ningún lado, el proceso de carga tardó lo que tenía que tardar, no hubo inconvenientes, fue un vuelo totalmente normal”.
“Estas tareas comunitarias nos emocionan, todos fuimos voluntarios, estábamos volando vuelos de repatriación, estábamos muy contentos y emocionados”, completó.