El paisaje de la Laguna Setúbal cambió notablemente con la bajante del Paraná. Para los santafesinos es inusual observar tan poco caudal de agua, aunque se haya dado en otras oportunidades.
Más allá de lo que se pueda percibir en nuestra región, la cuenca del Plata se ve afectada en toda su trayectoria. Así lo definió por LT10 Juan Borus, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), quien sostuvo que “esta situación se viene gestando desde el año pasado. Empezó en el rio Paraguay cuando en Formosa hubo un descenso desde abril hasta noviembre de más de 8 metros".
En ese sentido, precisó que "el nivel de agua bajó eso durante todo ese tiempo, el aporte es mínimo y se suma la alta cuenca del Paraná, que por tercer año consecutivo no tiene subida estacional de verano y tiene escasa participación del río Iguazú que es el que nos salva, a veces nos castiga, en este caso no pasó nada de eso".
En cuanto a las posibilidades que la situación se revierta con abundantes precipitaciones, el ingeniero manifestó que a diferencia de la bajante de 2009 en esta no se espera la llegada de un Niño que modifique el caudal de los ríos.
"Estamos ante un clima errático, los pronósticos son de lluvias normales al menos hasta el mes de junio. Eso significa que no habrá lluvias importantes, no lo creo, al menos en eso coincidimos todos los especialistas. Para revertir esta situación necesitamso que cambie de forma significativa con buenas lluvias para que el caudal en el Iguazú se despierte y la alta cuenca del Paraná en Brasil se recupere", explicó.
"Estamos muy lejos de los caudales normales", consideró, y agregó que "el sistema de alerta no indica que el pronóstico pueda variar en los próximos meses".