Uno de los sectores más afectados en la ciudad por la medida de aislamiento social para evitar la propagación del coronavirus es el de los trabajadores del volante.
En la parada de la Terminal de ómnibus se observó una gran cantidad de taxis estacionados esperando por pasajeros que no llegan, debido a la poca circulación de personas.
Además, los trabajadores del rubro se verán perjudicados por la disposición de reducir en un 50% las frecuencias del transporte interurbano.
Debido a la reducción de los ingresos económicos que afrontan, los taxistas reclaman que el municipio se haga cargo de los elementos de bioseguridad que se les exige para seguir trabajando.
En contacto con el móvil de LT10, Enrique, dijo que cuenta con todos los insumos -barbijos, alcohol en gel, toallas higiénicas-, pero los tuvo que pagar con su dinero.
"Tengo todo lo necesario, pero lo que nos duele es que todo eso es con nuestra propia economía, achicando las ganancias que ahora son pocas", manifestó el taxista.