La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó hoy los desempeños globales de los países y ciudades que participaron del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) 2018: nuestro país se ubica en el puesto 71, entre 79, en matemáticas y retrocedió respecto de la región.
Argentina, según los resultados dados a conocer de las pruebas PISA, quedó por debajo del resto de los países de la región que participaron de estos exámenes. En diálogo con El Cuarto Poder, Guillermo Jaim Etcheverry, doctor en medicina y presidente de la Academia Nacional de Educación, dijo que el regular desempeño de los alumnos nacionales es un problema de larga data que "la Argentina no asume porque nadie se siente responsable".
Según el especialista, las dificultades de los jóvenes se comprueban no sólo en las pruebas PISA, sino también en los análisis nacionales: tienen dificultades para entender lo que leen, tienen graves problemas para resolver simples operaciones matemáticas, y lo mismo sucede en Ciencias.
"Se hacen muchos planes, grandes reformas para el siglo XXI, pero lo que hay que hacer es dejarles a los chicos esas herramientas básicas. Una persona que entiende lo que leer, que se ubica en tiempo y espacio histórico puede hacer cualquier cosa, pero si carece de esas herramientas le va a ser muy difícil. Ahí reside el punto central: no asumimos el diagnóstico", indicó Jaim Etcheverry.
Asimismo, explica que esta crisis educativa que se evidencia en los resultados de las pruebas, se traslada directamente al ingreso al nivel terciario o universitario (en el caso de aquellos alumnos que llegan a aprobar el secundario): "Cuando ingresan carecen de las herramientas básicas. La universidad no puede recuperar el tiempo perdido de esa manera. No se puede recuperar lo que no se hizo en 12 años".
Además, indicó que el grado de formación docente actual también es parte del problema en el rendimiento escolar: "Es parte central. Sin buenos maestros no hay buena educación, y cada vez es más difícil contar con buenos docentes porque la sociedad les demuestra todos los días que no interesan. Los maestros ganan poco porque a nadie le importa mucho lo que hacen. Hay muy pocos requisitos para iniciar la formación docente porque es vista como una actividad de escasa importancia", remarcó.
Para cerrar, agregó que "la escuela está basada hoy en otros valores, se busca que el chico esté entretenido. Se ha perdido la confianza en que el conocimiento interesa, y yo creo que los chicos siguen siendo curiosos. Es cuestión de encontrar la manera de entusiasmarlos".