La fábrica de los tradicionales globitos para agua Bombucha y de los preservativos Camaleón y Exotic, Cidal, cerró sus puertas en la provincia de San Luis y despidió a 65 trabajadores.
La Compañía Industrial de Artículos de Látex (Cidal) era una sociedad de capitales nacionales dedicada a la fabricación de artículos de látex, que inició sus actividades en 1953 en Santa Fe y en 1984 abrió una planta en San Luis.
La firma había trasladado hace seis años todas sus operaciones de producción a la provincia cuyana, por el régimen de promoción industrial, y en la capital santafesina dejó sólo la gerencia administrativa.
La situación de los trabajadores
Diego Olguín, empleado de la planta, explicó que las autoridades de la firma comunicaron la decisión de cerrar a la Secretaría de Trabajo de la Provincia de San Luis y el jueves habrá una reunión para hablar de indemnizaciones. Por la situación, 65 personas se quedaron sin empleo, y el 70% de ellas son mujeres.
Los trabajadores no cobraron aún los salarios de septiembre ni el aguinaldo; tampoco percibieron el adelanto de 5.000 pesos a cuenta de futuros aumentos definido por el gobierno nacional; y están con las coberturas de ART y obra social cortadas.
Las razones de la quiebra
Olguín explicó que la empresa fue golpeada por el derrumbe de ventas tanto de las bombuchas como de globos, y señaló que también sufrió el impacto de la caída de licitaciones de preservativos por parte de la Secretaría de Salud de la Nación.
Además de venderle al Estado nacional, Cidal abastecía de preservativos a los gobiernos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y a las provincias de Santa Fe, Córdoba y Mendoza, pero las licitaciones se fueron reduciendo por el contexto de crisis económica y financiera.
"Además se nos dispararon los costos porque el látex es la materia prima principal y se importa en un cien por ciento de Malasia e Indonesia. También tenemos otros insumos importados con precios en dólares", dijo Olguín en declaraciones radiales.
El operario indicó que las complicaciones habían empezado hace dos años por el encarecimiento de los servicios de luz y gas, insumos clave para el funcionamiento de la planta de producción de globos y preservativos.