Antonella Olmedo era empleada de la panadería Colella, ubicada en J.J Paso y 4 de enero. Estaba trabajando cuando a causa de un escape de gas se produjo una explosión que le causó quemaduras en el 65% de su cuerpo. Ocurrió el domingo 13 de septiembre de 2015.
La joven, de 20 años, falleció en el hospital Cullen 32 días después por las heridas que sufrió por la voladura.
La explosión se produjo por un escape de gas natural, hecho que ya había sido advertido meses por los empleados debido a que una boca de alimentación no estaba conectada y tampoco el tapón epoxi obturador de seguridad. El gas produjo la ignición al entrar en contacto con una chispa que se produjo cuando la joven fallecida desenchufó una lámpara eléctrica mata insectos.
En consecuencia, se cayó el cielorraso, explotaron vidrios, se desprendieron las puertas de ingreso a la panadería y a los dos locales contiguos, afectación de enseres y mercaderías y corrimiento de los muebles de su lugar.
Por el hecho fueron imputadas 4 personas: Nicolás Colella, dueño de la panadería; Martín Wexler, propietario del local; Gustavo Arreguez, quien tenía un maxikiosco lindante a la panadería, y Nadia "Nacha" Sánchez (encargada de la sucursal donde se produjo el siniestro fatal). Todos terminaron imputados por "estrago culposo calificado por el resultado de muerte".
En libertad
Los imputados no irán a prisión, se determinó en el juicio abreviado contra los imputados que terminó este viernes al mediodía en Tribunales.
Luego de la audiencia, se les impuso una pena de cumplimiento condicional a 3 de los imputados, mientras que hubo un cuarto que ya había sido sobreseído.
La pena fue de 3 años para Nadia Sánchez, 2 años y 6 meses para Nicolás Colella y Martín Wexler, mientras que Gustavo Arreguez fue sobreseído.
Una madre que pide justicia
Sobre este fallo, Marcela Olmedo, mamá de Antonella, manifestó a través del móvil de LT10 que la Justicia la "defraudó".
"Me voy de acá con mucho dolor, sin mi hija y sin la justicia que mi hija merece", expresó Marcela, quien reiteró: "La justicia es para los poderosos y no para las víctimas ni sus familiares, es una Justicia corrupta y manoseada que le da privilegios a los asesinos".
Marcela lamentó: "Le prometí a mi hija alacanzar la justicia, y solo me dieron injusticia".
En la audiencia también se determinó que la familia de Antonella recibiera un resarcimiento económico que fue rechazado. Lo que aceptaron, en cambio, fue una donación para la Casita de las Madres, del hospital de Niños.