El español Rafael Nadal accedió este viernes por duodécima vez en su carrera a las semifinales del Abierto de Barcelona al superar por un doble 7-5 al alemán Jan-Lennard Struff, tras una hora con 43 minutos de juego. La intensidad del partido y el tiempo jugado le podrían jugar en contra en semifinales, donde enfrentará al ganador del duelo entre el austriaco Dominic Thiem y el argentino Guido Pella.
Sin ser un gran jugador, Struff, de 29 años, ha ido forjando su carrera en base a un tenis agresivo, basado en un gran saque y en un ataque constante con golpes a las líneas. En polvo de ladrillo este juego conlleva muchísimo riesgo. Le sirvió para superar a Tsitsipas en octavos de final, pero frente a Nadal su confianza fue esfumándose a medida que el manacorí iba entrando en el partido. El número dos mundial inició el partido de forma errática, con restos poco definidos y sin acabar de encontrar sus golpes. Solo eso permitió al alemán salvar un break en contra (1-4) y obligar a Rafa a imponerse por 7-5 tras 50 minutos.
🔥 @RafaelNadal 🇪🇸 se impone a @Struffitennis 🇩🇪 por 75, 75🔥¡Bienvenido a las semis! 💪🏽 #bncopenbs pic.twitter.com/sw3VUjyGbf
— Barcelona Open Banc Sabadell (@bcnopenbs) 26 de abril de 2019
Un resultado impensable si el mejor jugador de la historia en tierra batida hubiera contado con todo su potencial. Pero eso le está faltando ahora a Nadal. Su lucha por ir “subiendo peldaños”, tal como él mismo definió su batalla personal actual, le está llevando esta vez por unos derroteros desconocidos para él. Rafa siempre había resuelto este tipo de problemas con trabajo y con su fuerza mental. Pero ahora le está costando más de lo habitual y eso le provoca tal desconfianza, que le cuesta incluso superar a rivales que no deberían plantearle problemas.
La igualdad se mantuvo en la segunda manga. Struff seguía arriesgándolo todo, basándose en su saque y en sus golpes ganadores, pero a Rafa le seguía costando darle la réplica adecuada. Lo mejor que ha realizado el alemán es disputar unas semifinales en el torneo de Auckland esta temporada, lo que define bastante el nivel de su carrera tenística. Frente a la falta de definición con sus golpes, el manacorí fue defendiéndose con actitud y con una fuerza mental que nunca se apaga. Eso es lo que le permite seguir avanzando, mientras espera que su mejor tenis vuelva a su raqueta.
Las primeras bolas de break llegaron para Nadal en el octavo juego. Pero no las pudo aprovechar Con 4-4 nada estaba decidido todavía. Sin embargo, el partido le empezaba a pesar al alemán, que acabó perdiendo su servicio en el decimosegundo juego, con un golpe de Rafa marca de la casa. Al final, sin embargo, el manacorí sigue escalando su montaña particular y cada día avanza un peldaño más hacia su mejor forma. En Barcelona está mostrando ya una mejor imagen, dando algunos golpes de los que le definen como tenista. Le quedan todavía los torneos de Madrid y Roma para acabar de dar el salto. Y seguro que llegará a París en las mejores condiciones, dispuesto para conquistar su decimosegundo Roland Garros.