A raíz de la historia del changarín que había devuelto medio millón de dólares y resultó ser una mentira, se pone la mirada nuevamente en las noticias falsas y el rol de los medios.
En el día de ayer, circuló por todos los portales de noticias la historia del changarín que había devuelto medio millón de dólares a una persona que lo había perdido. El hecho resultó ser falso y el hombre se confesó en Facebook.
Además, los medios que primero tomaron la noticia de su “buen gesto”, volvieron a publicar sobre la mentira del hombre.
Al aire en Primera Tarde, Adriana Amado docente, investigadora y analista política argentina, brindó su mirada académica sobre la circulación de informaciones falsas y el rol de los medios.
En primer lugar, el hecho no fue verificado por el periodismo sino por el fiscal de Nogoyá de ahí “la paradoja de que la verificación viniera de una figura externa al sistema de medios”, expresó Amado.
La situación del hombre la dio a conocer un periodista de Nogoyá y tuvo repercusión en los medios nacionales que fueron a entrevistarlo. Primero por la historia y luego para desmentir lo ocurrido.
“Hace poco hablábamos de las noticias falsas como si fueran un problema de las plataformas y las redes sociales y esta situación plantea que nadie está exento de un error en una noticia”, indicó.
Lo que llama la atención es que estas historias y personajes circulan a diario como “verdades a medias” y la pregunta es: Qué filtros tienen los medios, que además están presionados por la celeridad y la primicia. “Son tiempos muy inquietantes porque nos traen un replanteo de muchas de las cosas que teníamos como parámetro de noticia, de verdad y de periodismo”, señaló la investigadora.
Por un lado, la gente se sintió conmovida con la historia del changarín que intentó hacer un “acto de bien” al devolver un dinero que encontró y no le pertenecía. Y después confesó con honestidad que no era cierto. “Lo que va en contra del sentido común en un país donde se discute la falta de honestidad generalizada”, analizó.
Admitir los errores cuando un medio o un periodista se equivoca al dar una noticia “refuerza la información, por eso la gente no está enojada”, expuso Amado.
De hecho, en las redes sociales su actitud es tomada como heroica, aunque no haya hecho las cosas bien pero “nosotros como sociedad estamos hambrientos de gestos” y agregó “esta persona que se equivocó hizo un gesto casi tan poderoso como el primero que fue la mentira” eso es lo que conmueve en las redes.
Es una circunstancia para hablar de ética y la presión de publicar noticias que conecten con la audiencia: “Es una oportunidad para conectar desde esa humanidad que no hace caer en el error, nos hace caer en decisiones equivocadas pero también nos dan la oportunidad del arrepentimiento”, expuso.
Ante la constante búsqueda de buenas noticias, es mejor antes chequear las informaciones que lanzarse a publicar “buenas historias”.
Por último, Amado señaló que “los medios que están funcionando son los que le dejan la instantaneidad y el error a las redes sociales y se quedan con el privilegio de la verificación. Salen tarde, pero son confiables”.
“No es un valor la instantaneidad, sí lo es para los medios la confianza”, finalizó.
Escuchá acá la nota completa con Adriana Amado: