El papa Francisco convocó esta semana en el Vaticano a todos los presidentes de la conferencias episcopales para una cumbre inédita sobre los abusos sexuales a menores en la Iglesia, un fenómeno que considera un "desafío urgente" para la institución.
"Los invito a orar por esta reunión, que considero un acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente de nuestro tiempo", explicó el papa frente a la multitud de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para la oración del Ángelus dominical, citó AFP.
Con esas palabras el papa latinoamericano reconocía no sólo la gravedad sino su preocupación por un fenómeno que ha minado la credibilidad de la Iglesia en todos los continentes y que ha sido encubierto y negado durante décadas.
Los líderes de las 113 conferencias episcopales del mundo, así como superiores de las congregaciones y grupos de víctimas de curas pederastas, cerca de 200 personas, fueron convocados por el pontífice argentino para la reunión extraordinaria, que tiene como primer objetivo que se tome conciencia del fenómeno por más doloroso y dramático que sea.
La cumbre en el Vaticano es la primera de este tipo, se llevará a cabo desde hoy al 24 de febrero y quiere ser una respuesta concreta al escándalo de la pedofilia y sobre todo a su encubrimiento.
En diálogo con LT10, el sociólogo e investigador del Conicet, Fortunato Mallimaci explicó que “es algo inédito dentro de la iglesia católica. Reunir a más de 150 presidentes episcopales para tratar temas por fuera de lo sacral o doctrinal y sumergirse en un gran problema de la institución que tiene que ver con abusos de poder, abusos sexuales o de consciencia muestra claramente una dificultad y una necesidad urgente de dar una respuesta”.
Por otro lado el especialista afirmó que “está en juego una cultura de siglos que durante mucho tiempo trató de imponer por la fuerza la no transparencia, y la transformación de la víctima en victimario. Cambió eso de pensar que todo se hacía en contra de la institución. Hoy una nueva cultura hace que las víctimas sean escuchadas, que los delitos sean castigados y de esta manera se muestra más transparencia y se busca solucionar un conflicto de muchos años”.
En esta cumbre se van a presentar miles de casos a nivel mundial. Australia llevará a la cumbre más de 4444 casos de abusos sexuales. Desde Alemania los presidentes episcopales mostrarán 3700 y la lista sigue y se desparrama por todo el mapa mundial. Latinoamérica hará lo suyo y uno de los puntos fundamentales es tratar de romper las alianzas entre la institución, el poder político y la Justicia que durante tantos años amparó a curas acusados de pedofilia o abusos sexuales.
Para finalizar Fortunato Mallimaci dijo que “hay sectores que están en contra de esta cumbre. No solo por estar dentro del grupo de los acusados sino también por proteger y amparar a curas abusadores. Tuvieron mucho poder desde el catolicismo conservador. Esos prototipos son los grupos más acusados de abuso sexual o abuso de poder. Esta cumbre busca atacar la verticalidad y direccionar a la Iglesia para otro lugar más cercano de la gente y alejados de escándalos sexuales o de poder que tienen que ver con otras épocas”