El nadador ecuatoriano de aguas abiertas Santiago Enderica parte este miércoles para Argentina con el objetivo de lograr el podio en la ultramaratón de 57 kilómetros de Santa Fe-Coronda, donde el año pasado consiguió el sexto lugar.
Nacido en Cuenca en 1988, el deportista se marca para su segunda participación en la carrera más larga de aguas abiertas a nivel internacional, que se celebrará el domingo, "ir a atacar, ser protagonista", más que el hecho de ganar una medalla. "Es una obligación nuestra representar de la mejor forma al país, y teníamos que hacerlo con responsabilidad", apuntó a la salida de una de sus sesiones preparatorias en una piscina olímpica de su ciudad natal.
Sus entrenamientos llegan a durar seis horas, que completa con dos sesiones de fisioterapia semanales y una buena alimentación para prepararse para estos retos. En su primera incursión en la ultramaratón argentina, llegó a desfallecer en hasta ocho ocasiones, pensando que no lograría el objetivo principal que se marcó: terminar la competición. "Es curioso porque uno va analizando el recorrido antes de la competencia, pero nos dimos cuenta en el primer año de nuestra participación que no sirve de nada, porque las condiciones de las aguas abiertas y la duración de la prueba te da para que pasen mil y una cosas diferentes, en el sentido de que el aspecto muscular y mental se ponen a prueba", explicó.
¿Qué significa para Enderica participar en estas competencias como el primer ecuatoriano que se atreve a ello? "Después de estar doce años en el circuito de World Cup, vimos que faltaban representantes de Ecuador en estas ultramaratones", afirmó antes de agregar que se preparó "con fuerza" para llevar la bandera de Ecuador a sitios donde nunca antes había estado. Y lo hará en esta prueba de Santa Fe-Coronda, pero también esa misma semana en la ciudad argentina de Rosario, donde tomará la salida en otra competición puntuable para la clasificación internacional de ultramaratón de aguas abiertas.
"Tenemos como objetivos claros estas dos pruebas (en Argentina), también el campeonato del mundo (que será en julio en Corea del Sur) y, dependiendo de cómo estemos en el ránking mundial, veremos la posibilidad de competir las tres válidas restantes del circuito o simplemente una válida en el segundo semestre del año", informó.
Tras 26 años como nadador -comenzó con once primaveras en natación en línea para pasarse a las aguas abiertas con quince-, Enderica reflexionó sobre un pasado en el que cada aspecto de su vida "fueron metas y sueños, que se veían lejanos, pero que conforme pasaba el tiempo se iban haciendo realidad". Tanto es así que, hoy día, es uno de los 25 únicos nadadores en todo el mundo que tiene derecho a participar en una prueba como la Santa Fe-Coronda, posicionando a Ecuador como referente a escala global en esta modalidad.
"Cuando nosotros iniciamos, Ecuador no era un referente, era un participante más que siempre estaba en las citas sudamericanas y panamericanas, pero poco a poco, con resultados y gracias a compañeros como mi hermano Esteban Enderica, Nataly Caldas o Samantha Arévalo, hemos ido empoderando el nombre de Ecuador en Sudamérica", defendió.
Ahora, el país andino es considerado uno de los principales rivales a batir dentro del continente americano, y a nivel internacional ya ha conseguido algunos podios que refuerzan la idea de que la nación es una potencia mundial en la disciplina. Y este ejemplo sigue con las nuevas promesas que, según este maestro de la brazada, están sobresaliendo, con "muchas y mejores condiciones y más proyección" de la que tenía la generación de oro de las aguas abiertas ecuatorianas a su misma edad. El objetivo final es que estos nuevos nadadores piensen en que pueden conseguir lo mismo, o incluso más, que lo logrado por sus predecesores.