El español Pablo Carreño Busta dejó una mala imagen en su despedida del Abierto de Australia. No solo porque cayó en octavos de final ante el japonés Kei Nishikori, sino porque insultó con furia al juez de silla antes de retirarse de la cancha.
El tenista ibérico, número 23° del ranking ATP, perdió ante el noveno del escalafón por 6-7 (8), 4-6, 7-6 (4), 6-4 y 7-6 (10), en un partido maratónico, que duró cinco horas y 11 minutos.
Una vez consumada la derrota, Carreño saludó con desgano a Nishikori y, antes de abandonar la pista, descargó todo su enojo contra el umpire. "¡Hijo de puta, cabrón!", le gritó.
El enojo nació en una jugada que el juez no permitió repetir y que le hubiera permitido al español ponerse arriba en el marcador en el tie break del quinto set. Tras esa decisión, el japonés ganó todos los puntos y se llevó el partido.
El gesto de Carreño fue inmediatamente reprobado por los espectadores y podría llevarlo a recibir alguna sanción por parte de las autoridades del torneo.
En los cuartos de final, Nishikori se enfrentará al serbio Novak Djokovic (1°), que este lunes dejó en el camino al ruso Daniil Medvedev (19°).