Una de las casas más emblemáticas de la ciudad está ubicada en General López y 9 de Julio. Por estos días presenta toda su fachada tapada por nylons que imitan sus formas tras un derrumbe en enero de 2017 que se llevó parte de la mampostería y parte de la historia de los santafesinos.
Se trata de la casa del Brigadier Estanislao López situada frente a los Tribunales y a metros de la Casa de Gobierno de la provincia. La misma se recuerda como una hermosa construcción realizada en muros de adobe en el año 1812 por el protomédico Manuel Rodríguez.
La actualidad de la vivienda no es la mejor. De ser la casa que cobijó a Don Estanislao López entre los años 1819 y 1838, y luego museo provincial, pasó a ser un lugar abandonado, sucio y que en ocasiones oficia de “aguantadero” y es constantemente blanco de robos de materiales de gran valor histórico y monetario destacan los vecinos de la zona. Tras el lamentable hecho, se trasladó gran parte del archivo y se realizaron obras para apuntalar las paredes y otros sectores de la vieja casona. Los trabajos se frenaron hace poco más de un año, pero ahora volverían a activarse.
Tras el desmoronamiento, desde el gobierno Provincial propusieron recuperar integralmente la casa ubicada en General López 2792 para consagrarla como infraestructura cultural o el museo que nunca pudo ser del todo. La noticia del arreglo se anunció con bombos y platillos en noviembre del pasado año y se destinará para la reconstrucción un presupuesto oficial de $ 28.546.343. Igual, por el momento las obras no empezaron.
El tiempo pasa y como siempre ocurre en estos casos comienza el abandono y el deterioro. Por estos días las situaciones que se dan dentro de la vivienda atentan directamente sobre el edificio y perjudican a los vecinos que, en varias ocasiones, realizaron denuncias sobre los hechos que ocurren dentro del espacio abandonado.
“Desde que se desmoronó el paredón entra mucha gente a la casa”, explicó a los micrófonos de LT10, Juan Carlos Trincheri, vecino que tiene su casa lindera al espacio histórico. Tras la caída de uno de los muros que dan a calle 9 de Julio, diferentes hechos de inseguridad se vienen dando en la zona. Según cuentan los vecinos, son muchas las personas en situación de calle que eligen el lugar para pasar la noche. Duermen dentro de las habitaciones y en algunas ocasiones hacen fuego dentro del espacio. Además, entre otras cosas, preocupa el deterioro y el robo de elementos que forman parte de la casa y que son invaluables por su antigüedad e historia.
“El 5 de enero se llevaron perfilería de la casa. Escaparon caminando y, tras la denuncia que hicimos, se pudo recuperar parte de lo robado”. Por dar otro ejemplo, hay paredes de adobe que estaban tapadas con nylon y también se los robaron. Es barro y quedó a la intemperie”, afirma Juan Carlos. Con respesto a la seguridad, Trincheri explicó que “los primeros dos meses se vio vigilancia en la zona y luego no estuvieron más”.
Más allá de la preocupación por el abandono de un monumento histórico los vecinos denunciaron que en dos ocasiones utilizaron este espacio para ingresar a las viviendas lindantes a la casa histórica.
Con respecto a las voces oficiales los vecinos destacaron que en varias ocasiones tuvieron reuniones con el Gobierno Provincial y que siempre salieron muy conformes. “Esperamos que empiecen las obras lo antes posible y no nos importa cuanto tiempo lleven explicó Trincheri y destacó que “lo más importante es que se recupere este espacio que es de todos los santafesinos y es parte de la historia de la ciudad”.
Sobre la casa
La Casa del Brigadier López, además de haber sido la residencia del principal caudillo de la provincia hasta su muerte, por lo cual es una de las principales referencias históricas de la parte vieja de la ciudad, allí funcionaron en distintas épocas la imprenta oficial, los Tribunales Provinciales y la Junta Provincial de Estudios Históricos.
La primera utilización conocida de ese solar data de mediados del siglo XVII, cuando el gobierno se lo asignó a la Orden de los Mercedarios, que lo utilizó para dependencias de servicio y viviendas de esclavos.
Ya en el siglo XIX, tras adquirir el terreno en una subasta, Manuel Rodríguez construyó la casa que luego ocuparía López tras casarse con Josefa Rodríguez del Fresno.
Desde 1946 el edificio, que fue declarado Monumento Histórico Nacional cuatro años antes, es ocupado por el Archivo General de la Provincia, donde se resguardan los documentos del Poder Ejecutivo local.