Lo lo que podamos hacer por ayudar al hígado a eliminar toxinas será bienvenido y para ello hay dos pautas: aumentar el consumo de agua y de alimentos líquidos (caldos, infusiones, jugos naturales de verduras); y evitar en la medida de lo posible productos refinados y procesados, así como los azúcares libres y la sal en exceso (lo ideal, no llegar a los 5 g diarios).
Además, podemos potenciar en nuestra dieta los siguientes alimentos, ya que cumplen una función depurativa fantástica.
1. Semillas
Son ricas en ácidos grasos esenciales omega 3, que tienen un efecto beneficioso sobre los niveles enzimáticos del hígado. Además, en concreto las de sésamo son estupendas para combatir el estrés oxidativo del hígado.
2. Té verde
Además de tener un poder antioxidante, tiene un efecto protector sobre distintos trastornos del hígado y de las enfermedades cardiovasculares.
3. Pomelo
Fruta estrella a la hora de combatir el daño por el exceso de alcohol. Las gracias hay que dárselas a los antioxidantes que contiene el pomelo, especialmente a la naringina, un flavonoide que contribuye a aliviar el efecto adverso de la ingesta de este líquido, al mejorar el metabolismo de los lípidos y del etanol, así como el sistema de defensa antioxidante hepático.
4. Uvas
Especialmente las rojas, han mostrado ser muy beneficiosas frente a los trastornos del hígado. Gracias a ser ricas en resveratrol, un polifenol natural, tiene un efecto protector sobre el hígado frente al alcohol.
5. Verduras de hoja verde
Acelgas, lechuga, espinacas, berros… La clorofila que contienen ayuda a eliminar toxinas; y un nuevo trabajo realizado por científicos confirma que además el óxido nítrico, que se produce naturalmente en estos vegetales, puede reducir la acumulación de grasa en el hígado.
6. Crucíferas
La familia de las coles, desde el brécol, al repollo o la coliflor, estimulan las enzimas del hígado y potencian su función desintoxicante. Aportan fibra y también, gracias a los betacarotenos y la luteína que contienen, son antioxidantes.
7. Ajo
Está lleno de beneficios, entre ellos el de mejorar la circulación sanguínea y estimular al hígado para que produzca enzimas “desintoxicantes”, que filtran los residuos tóxicos del sistema digestivo.