Luego de varias suspensiones, se inicia finalmente este lunes el juicio contra los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe. Los prófugos serán juzgados por el tiroteo que protagonizaron en una zona rural del departamento Las Colonias, en jurisdicción de Matilde, en aquel enero de 2016 en el que huían de las fuerzas de seguridad tras escaparse del penal de General Alvear.
El debate comenzó a las 8.30 en el edificio del TOF, y el tribunal está integrado por María Ivón Vella, José María Escobar Cello y Luciano Homero Lauría. El fiscal general Martín Suárez Faisal tiene a su cargo la acusación. Hay 40 testigos citados a declarar.
Los imputados no están presentes en el recinto, sino que siguen el proceso mediante el sistema de videoconferencia desde la cárcel de Ezeiza, donde se encuentran alojados a partir de su recaptura en nuestra provincia. La decisión se tomó porque el Servicio Penitenciario Nacional adujo “serias dificultades que acarrearía el traslado” a Santa Fe y calificó al operativo de “alto riesgo”.
El episodio por el que se los enjuicia sucedió en un camino rural lindero a la ruta provincial N°6, cinco kilómetros al sur de San Carlos Centro. Allí se dirigieron el comandante principal José María Valdez y el suboficial principal Roberto Aníbal Encina, quienes sospechaban que podrían encontrar a los prófugos. Tras divisar a tres hombres, descendieron del auto (un vehículo no identificable) y se identificaron como miembros de la fuerza federal. Aquéllos dijeron ser policías y terminaron reduciéndolos con disparos.
Según consigna Uno Santa Fe, Cristian Lanatta y Víctor Schillaci apuntaron al suboficial Encina y le robaron el arma reglamentaria, el chaleco antibalas y la radio que llevaba en el bolsillo del pantalón; mientras que Martín Lanatta hizo lo propio (con un FAL) contra el comandante Valdez, a quien baleó en el brazo derecho y le robó iguales elementos que sus pares.
Los investigadores revelaron además que los tres fueron hacia una camioneta Citroën Berlingo, dominio OQF140. Ese vehículo, cerca de las 10.50 fue encontrado con cinco impactos de bala en la parte trasera, en inmediaciones de un camino rural que se dirigía al lugar del tiroteo.
La causa por la cual los imputados llegan a juicio involucró además el daño de una VW Amarok, propiedad de la Gendarmería Nacional, en la cual iban a bordo cinco gendarmes que tras advertir el tiroteo comenzaron a perseguir a los Lanatta y Schillaci (ya en la Berlingo). Cuando se cruzaron ambos vehículos, los prófugos abrieron fuego y dañaron la parrilla del motor, el capot y el parabrisas de la Amarok, para continuar luego con su raid.
Por esos hechos, Martín Lanatta fue imputado por “homicidio doblemente agravado por haber perpetrado para procurar la impunidad y contra un miembro de las fuerzas de seguridad pública, en grado de tentativa y en carácter de autor, por un lado y de los delitos de robo perpetrado con arma de fuego y en lugar despoblado; de daños a bienes de uso público del Estado nacional; de atentado y resistencia a la autoridad, agravado por el uso de armas, reunión de tres o más personas, estos últimos en carácter de coautor”.
En tanto, Cristian Lanatta y Víctor Schillaci fueron acusados en su momento por “robo perpetrado con arma de fuego y en lugar despoblado; de daños a bienes de uso público del Estado nacional; de atentado y resistencia a la autoridad, agravado por el uso de armas, reunión de tres o más personas”.
Los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez (ocurrido el 13 de agosto de 2008 y en el que fueron asesinados Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina) habían escapado el 27 de diciembre del 2015 de la cárcel de General Alvear (provincia de Buenos Aires). Entre el 9 y el 11 de enero fueron recapturados en Cayastá (departamento Garay). El 1° de octubre de 2018, el juez penal Juan José Ruiz los condenó a siete años y seis meses de prisión por los delitos de robo, privación ilegítima de la libertad y por haberse evadido de la cárcel.