Empezó el juicio a un hombre de 37 años por la autoría de delitos contra la integridad sexual de su propio hijo –un niño menor de cinco años– cometidos en esta ciudad. Será en el marco de un juicio oral que se lleva a cabo en la sala número 1 del subsuelo de los tribunales de la capital provincial.
La fiscal que investigó lo ocurrido es Alejandra Del Río Ayala, quien adelantó que solicitará 13 años de prisión de cumplimiento efectivo para el acusado. El delito que le atribuyó la funcionaria del MPA es la autoría de abuso sexual gravemente ultrajante calificado (por el vínculo y por ser encargado de la educación o guarda)
Por su parte, el tribunal pluripersonal que tendrá a su cargo el debate estará integrado por los jueces Eduardo Pocoví (presidente); Sergio Carraro y Jorge Patrizi.
Pedofilia
“Estamos ante un claro acto de pedofilia en el que el acusado es el padre de la víctima. Es uno de los delitos más aberrantes que se pueden cometer contra una persona, en especial cuando las víctimas son niños o niñas.”, afirmó la fiscal. “No solo por los derechos vulnerados, sino también por lo traumático que resultan estas acciones y las consecuencias que producen o podrían producir a lo largo de la vida de una persona”, agregó.
En relación al caso que se juzgará a partir de mañana, Del Río Ayala detalló que “los ilícitos fueron cometidos en el marco de la relación de confianza generada entre el acusado y la víctima a raíz del vínculo de padre–hijo que los une”. En tal sentido, la funcionaria del MPA agregó que “el delito se reiteró en diversas oportunidades –sin acceso carnal– durante un período de tiempo prolongado. Varias de ellas fueron en una casa ubicada en la zona norte de la ciudad, en la que vive la abuela materna del menor. En tanto, la última vez fue en ocasión de haber llevado a su hijo al Parque Federal en el marco de un régimen de visitas pautado judicialmente”.
Vulnerabilidad
“En relación al hecho ilícito atribuido al acusado, estimamos que está suficientemente acreditada su materialidad, como así también la responsabilidad del hombre”, argumentó la fiscal. “El acusado forma parte del círculo más íntimo de confianza de la víctima, que quedaba al cuidado exclusivo de su padre. Además, tiene un deber general de cuidado respecto del niño que lo obliga a abstenerse de ciertas conductas y cuidar que no quede expuesto a ciertos riesgos”, añadió.
Del Río Ayala agregó que “el acusado no sólo abusó de su confianza y vulneró la idea de ‘familia’ como núcleo primario de contención, apoyo y protección, sino que también desvirtuó por completo la figura del progenitor y el rol que tradicionalmente debe cumplir”. Por último, hizo hincapié en “el sometimiento sufrido por la víctima; el aprovechamiento de su vulnerabilidad (por su edad y su situación de dependencia); la clandestinidad de las acciones del acusado y el uso del espacio físico común de convivencia; y las consecuencias psíquicas en la vida y desarrollo sexual del niño.
Querellante
La madre del menor –y expareja del acusado– se constituyó como querellante en el marco de la investigación. La mujer será representada en el juicio por el abogado particular Daniel Rocca.