Una rotisería del barrio Argüello de Córdoba fue robada dos veces en menos de una semana, y en esta segunda oportunidad los desconocidos se llevaron varios elementos de valor, no sin antes comer y prepararse una sangría para acompañar.
Gonzalo Marques, el dueño de "Celisano", un local que vende comida apta para celíacos, estimó que los delincuentes trabajaron en el lugar o conocen a alguien que lo hizo, porque "sabían exactamente donde estaban las cosas” y cómo manejar el horno. De hecho, lo utilizaron para cocinar todo tipo de alimentos.
Los desconocidos se llevaron los electrodomésticos que pudieron y se tomaron el tiempo para escribirle al dueño del negocio sus críticas gastronómicas. La nota dice textualmente: "Hey loko. Pesimo la panada y ambugesa de 10. Dedicate hotracosa gei. Ades 10. La pizza no sé, fijate man, 5-5. Muy rica la sangría".
"El 27 de noviembre abrí la rotisería y la panadería para celíacos. A la semana siguiente, le entraron a robar a mi vecino y, a la segunda semana me roban a mí, como así también a un local que vende cuadros y a un quiosco", contó Gonzalo al diario La Voz.
Marques comentó que en el primer robo a su negocio los ladrones dejaron tirados un celular y una linterna, lo mismo pasó en los otros comercios atacados: dejaron ropa. Tras ello, arregló la puerta por donde ingresaron los delincuentes, puso alarma y volvió a trabajar con normalidad.
Los ladrones volvieron
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Sin embargo, seis días después, el pasado lunes a la madrugada, los ladrones volvieron a robar, pero esta vez no dejaron objetos olvidados sino una carta con "recomendaciones gastronómicas".
"Entraron a robar, se llevaron todo y, cuando se estaban por ir, prendieron el horno, pusieron pizzas y empanadas a cocinar, prepararon sangría, hicieron una fogata en el depósito, no sé si para quemar el negocio o quemar evidencias. Y después de que terminaron de comer y tomar me dejaron esta carta de amor", comentó el comerciante, mezclando la indignación con humor.
La última de las sorpresas se la llevó cuando subió al techo del negocio, donde encontró el microondas que le habían sustraído.