La fiscal María Laura Urquiza confirmó los aberrantes detalles del caso surgido en Esperanza, por el que esta mañana se realizó la audiencia de prisión preventiva en la Fiscalía Regional 1.
Según contó, el sospechoso, que deberá esperar el juicio encarcelado, tenía todo el tiempo un arma de fuego en la cintura. Mediante ese mecanismo de amedrentamiento impedía a su mujer toda libertad, inclusive la de decidir cuándo mantener relaciones sexuales con él.
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El sometimiento (incluso de ese último tipo) era presenciado constantemente por los 9 hijos e hijas de la pareja. Inclusive fue una de ellas quien radicó la denuncia que terminó con la detención del imputado.
Además, el hombre (empleado municipal de Esperanza, de 59 años) usaba el arma para imponer su voluntad ante cualquier contratiempo doméstico, llegando a efectuar disparos al aire frecuentemente.
Según Urquiza, podría caberle una condena de ocho años de prisión.