La caída del sol en el viernes casi primaveral de este invierno rosarino se tiñó de sangre. Fuentes policiales registraron tres homicidios en distintos puntos de la ciudad, dos en la zona oeste y uno en la sur, y con una diferencia de apenas cinco horas.
El primero de los asesinatos ocurrió en Campbell y Amenábar. Personal de la comisaría 19 llegó a esa esquina a las 16.50 y se encontraron con dos personas heridas de arma de fuego. Una de ellas estaba tirado sobre la vereda sin vida con una herida sangrante en su cabeza. Se trataba de Víctor Ortiz, de 25 años.
Junto él se hallaba José G., de 21, quien poseía una herida sangrante en su pierna izquierda y fue trasladado al Heca, donde se constató que tenía un orificio de entrada y salida.
El caso era investigado por la Brigada de Homicidios y el Juzgado en turno, Instrucción 7ª a cargo de Alejandra Rodenas.
En principio, según el testimonio de vecinos, los autores del hecho dispararon sin mediar palabras y se dieron a la fuga.
Por su parte, el joven herido contó que el agresor disparó a su amigo con una pistola ametralladora en la mejilla izquierda y cuando él quiso reaccionar le disparó en la pierna con un révolver.
El segundo de los crímenes se dio en Cerrito y Liniers, también en la zona oeste. Allí murió Emiliano Killer, de 21 años, y resultó herida Erika B., de 22. Ambos fueron encontrados pasadas las 19 por personal de la comisaría 14ª adentro de un Chevrolet Celta color blanco, que tenía varios agujeros, aparentemente de arma de fuego.
Testigos del hecho dijeron que tres hombres a bordo de otro vehiculo interceptaron a las víctimas y efectuaron varios disparos de arma de fuego. Se desconocen los motivos del ataque.
La tercera víctima fatal del viernes fue un joven de 19 años con domicilio en Teniente Sánchez 4628 que ingresó sin vida al hospital Roque Saénz Peña, a las 21.40. Había sido trasladado por vecinos de Isola y Pasaja 412, zona sur, con tres heridas de arma de fuego en el tórax. Se desconocían las causas y circunstancias del hecho.