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En Entre Ríos, uno de los bastiones del movimiento ruralista que tres años atrás puso en aprietos al Gobierno Nacional, Cristina Kirchner obtenía este domingo en elecciones primarias, una contundente victoria por casi el 46 por ciento de los votos.

Con una masiva participación en las urnas, que alcanzó el 92 por ciento, también se imponía en forma contundente el oficialista gobernador Sergio Urribarri, que buscaba la reelección, con el 47,66% por ciento de los votos, sobre el 2,43 de su único competidor, Alberto González, en unas primarias locales que no fueron obligatorias.

Pasadas las 01:35 y con más del 83 por ciento de las mesas escrutadas, la fórmula Cristina Kirchner-Amado Boudou obtenía casi el 46 por ciento de los votos, mientras que en segundo término, la Unión por la Democracia Social (Udeso), con la fórmula encabezada por Ricardo Alfonsín, obtenía casi el 17 por ciento.

El tercer lugar era para el Frente Progresista que propone a Hermes Binner, con el 13 por ciento y cuarto la Alianza Frente Popular de Eduardo Duhalde con 12 por ciento. La aplastante victoria kirchnerista podía llegar a plasmarse en una foto: lo que parecia una inédita derrota del candidato a gobernador radical Atilio Bennedeti, en su propio bastión, la localidad de Larroque.

Bennedeti, al igual que otros candidatos de otras fuerzas para la gobernación, reservaron fuerzas para octubre y no se presentaron en las primarias, al aprovechar la no obligatoriedad de las provinciales.

El debut de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias nacionales en Entre Ríos fue un éxito en materia de participación ciudadana.

No se registraron incidentes de acuerdo al testimonio de los fiscales generales de todos los partidos.

La participación de votantes se ubicó en el orden del 75 por ciento del padrón provincial, que habilitó a 920.886 electores.

Salvo algunas denuncias puntuales en Piedras Blancas y Paraná sobre algunas demoras en abrir los comicios en algunas mesas y falta de boletas de algún candidato, las elecciones se desarrollaron con normalidad en una jornada a pleno sol.

La única queja generalizada es que el tamaño de las boletas era mucho más grande que el sobre y tuvieron dificultades para doblarlos.