En los últimos días, la policía encontró en esta capital once pistolas nueve milímetros sin cacha. Se trata de la parte de madera o de plástico por donde se toma el arma, que es quitada para la destrucción de la misma luego de ser sacada de circulación.
El dato es alarmante, porque implica que esas armas fueron desviadas poco antes de ser incineradas por la Justicia (y en menor medida, por el Renar), y devueltas al circuito ilegal.
En diálogo con LT10, el secretario de Seguridad Comunitaria Ángel Ruani no descartó la información y dijo que hay “un par de casos que se están investigando”. “Son armas que tienen que estar en proceso de destrucción y que son decomisadas nuevamente por la policía. Esto puede ser un lugar de vertiente por donde se escapan las armas”, admitió.
“Pareciera que todo el mundo tiene a su disposición un revólver 38 y una 9 milímetors”, lamentó, y manifestó la preocupación del Ministerio.
Asimismo, Ruani reconoció que desde esa cartera debieran abocarse a controlar el recorrido completo que hacen las armas tras ser incautadas.