Diez años pasaron del crimen de Nora Dalmasso sin que la justicia pueda descifrar el rol que jugó el viudo Marcelo Macarrón. El médico ingresó esta mañana a los tribunales de Río Cuarto, en Córdoba, junto a su equipo de abogados y ante la prensa dijo: "Soy totalmente inocente".Durante cuatro horas, intentó convencer a los jueces de que él estaba en Punta del Este cuando su esposa fue asesinada en su casa del barrio Villa Golf.
Tras la declaración, uno de sus abogados, Gustavo Liebau, contó que Macarrón respondió solo dos preguntas puntuales del fiscal: "El señor Macarrón dio amplias explicaciones sobre los elementos que lo podrían incriminar (...) No podemos superar el asombro por una imputación de un crimen estando a 1.300 kilómetros con múltiples testigos", comentó.
Sus abogados insisten en que el traumatólogo se encontraba en Uruguay con sus amigos cuando ocurrió el crimen. No obstante, ninguno de ellos declaró haberlo visto la noche del asesinato ya que algunos fiscales sospechan que pudo haber viajado a Buenos Aires y regresado a Punta del Este en apenas unas horas.
El otro abogado de Macarrón, Marcelo Brito, lanzó el domingo que quieren "someter al viudo a la prueba del diablo". "Tenemos que demostrar que no hizo algo mágico como estar despierto en un torneo de golf y dándole muerte su esposa al mismo tiempo, o que no viajó en ningún cohete o plato volador desde Punta del Este. No hay ningún elemento probatorio que permita sustentar la hipótesis del fiscal", expresó enojado el fin de semana.
La causa dio un giro inesperado días atrás cuando el nuevo fiscal Daniel Miralles imputó a Macarrón. En esta nueva audiencia, el fiscal debió informarle tanto a Macarrón como a su abogado Brito cuál es su hipótesis fáctica e individualizar cuáles son los elementos probatorios sobre los cuales construyó esa hipótesis.