En diálogo con LT10, Carlos, dueño de la embarcación, contó que “estábamos por salir a navegar cuando se nos incendió. Nosotros tratamos de apagar el fuego con los matafuego y lo soltamos para que no se prendan fuego otros barcos”.
Además, Carlos agregó que “hace 30 años que tengo este barco; fue una fatalidad. Gracias a Dios, ninguno de mis amigos sufrió quemaduras”.