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La Biblioteca Pública y Popular Domingo F. Sarmiento (“la Pedagógica”, para la mayoría de la gente que frecuenta o frecuentó sus pasillos y espacios) vivirá este fin de semana uno de los momentos más significativos de la vida de cualquier institución: cumplirá su primer centenario de vida. Ubicada en pleno centro, en San Martín 2839, se adaptó a los tiempos y hoy ofrece dentro de su amplia grilla de servicios y actividades un ámbito de capacitación de adultos mayores en recursos digitales, que se suma a sus talleres y proyectos, cuyas acciones buscan abrir puertas y generar un intercambio con la comunidad. Pero, sobre todo, es un espacio que invita al encuentro con los libros y el irremplazable placer de la lectura.

Creada un 24 de mayo de 1915 como Biblioteca para el Maestro, amplió con el tiempo el espectro de usuarios. Depende de la Jefatura Provincial de Educación Superior, Perfeccionamiento Docente y Proyectos Educativos y cuenta con la Asociación Protectora comisión de asociados, creada en 1937. Está subvencionada por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y actualmente integra la red de Bibliotecas Pedagógicas.
Entre los hitos de la historia institucional, merecen mencionarse el reconocimiento de la Conabip en 1924; su traslado al edificio de San Jerónimo 2773 en 1936, la creación de la Asociación Protectora de la Biblioteca, en 1937; la creación un año después de filiales en la escuelas primarias de la provincia.

También el traslado, en 1963, a su actual domicilio, primer edificio propio; la instalación, en 1970, de la campaña “1.000.000 de pesos para libros de la Biblioteca pedagógica” con ayuda de 800 estudiantes; el inicio, en 1991, de la primera etapa de ampliación que continuará, a partir de 1994, con una sala infantil; la integración, en 1998, a la Red Nacional de Bibliotecas Pedagógicas; la instalación de Internet y el inicio de un portal web propio en convenio con el Ceride, en 1999.

En la última década, hay que mencionar el comienzo, en 2003, de los talleres de Lectura y Narración para niños y adultos; la implementación, en 2004 y a partir de material bibliográfico donado durante la inundación de 2003 por Unicef para atención de niños refugiados, del proyecto “Libros de acá para allá”, que en mochilas recorre Jardines de Infantes, la puesta en marcha de la Mochila Audiovisual en 2006, la reforma edilicia emprendida en 2011, la inauguración de la bebeteca “Tutú Marambá”, primera en la ciudad de Santa Fe, concretada en 2012, la restauración de la Galería y Sección Infantil en 2013; la restauración de mayólicas en Dirección y Recepción, que fue el año pasado, y la apertura reciente de un espacio destinado a la historieta.


Actividades

El acto oficial por el Centenario de la Biblioteca será este sábado, a partir de las 17. No se suspende en caso de lluvia.

La entidad viene realizando distintas actividades previas. El pasado 14 de mayo se inauguró la muestra de pinturas de Luis Gervasoni, en una velada que contó con la presencia de alumnos del Crei, Escuela Provincial de Música, que interpretaron distintas piezas musicales para guitarra y piano.

El viernes 8 de mayo, se presentó el libro de Marta Negretti: “Cuentos y + cuentos”; y el taller de historietas y humor gráfico recibió la visita del dibujante santafesino Cristián Lehmann. Se realizó también la presentación del libro “Neno”, de Flavio Dalostto, y la charla-debate: “Nuestros derechos como consumidores”, en el marco del Proyecto de Información Ciudadana de Conabip.

Análisis

por Olga Beatriz Mijoch (*)

Compromiso

Cien años han pasado de aquel comienzo tan difícil, otros siguieron el camino y cada uno, en este hacer de biblioteca de cada día, fue templando almas, dejando sus propias huellas. Huellas que fueron marcando y dando a esta Biblioteca Pedagógica y Popular Domingo Faustino Sarmiento su propia identidad.

Cumplir cien años es sinónimo de trabajo, esfuerzo y compromiso. Es un acontecimiento muy significativo en la educación de un pueblo, más precisamente en la ciudad de Santa Fe.
Los miles de lectores que pasaron, generación tras generación, albergan un único sentimiento: sólo el que pasa por las salas de lectura de la biblioteca siente orgullo por esta emblemática institución.

Gracias a todos los que hicieron y hacen de esta biblioteca una institución comprometida con la calidad de servicio, en la consolidación de una sociedad más justa e inclusiva.