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Barcelona fue mejor y mereció ganar el partido. Sin embargo, el árbitro Jesús Iturralde se lo tomó demasiado en serio y cobró una infracción que solamente él vio, luego de que Andrés Iniesta simulara una falta dentro del área, con el agregado de que la misma fue en tiempo adicionado, lo que generó un escándalo como hace rato no se veía con los catalanes (generalmente dominadores de principio a fin en el marcador).



Así, Sevilla estuvo a un paso de perderlo, de no ser por la aparición de su arquero: Javi Varas, quien además de haber sido clave para mantener el cero durante los 90 minutos, no tuvo problemas en desviarle el remate a Lionel Messi, quien le dio débil al balón, luego de una interrupción previa, tras una agresión de Kanoute (expulsado por el hecho) sobre Cesc Fabregas.



Fue de tal magnitud el escándalo, que el juez cobró una infracción en el borde del área, un minuto más tarde, y generó un reclamo muy evidente de los jugadores visitantes, quienes no podían creer lo que estaba sucediendo. No obstante, en este caso el tiro libre que cerró la última acción del Barcelona fue bien cobrado y la expulsión de Fernando Navarro (que dejó al Sevilla con nueve) fue justa.



Previamente, Barcelona se encontró con la figura del arquero rival, quien tapó remates de todo tipo, tanto a Messi, como a Villa e Iniesta. Sin embargo, la defensa del visitante también tuvo un buen papel para no dejar cómodos a los futbolistas "culés". En tanto, Sevilla tuvo algunas opciones en el arranque, pero luego no mostró mucho más. Así, la punta está ahora en manos de Real Madrid, que podría ser superado por Levante, si es que este domingo vence a Villarreal