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 Desde que se anunció la apertura de una donación voluntaria para los contribuyentes a través de la Tasa General de Inmuebles (TGI) para crear un fondo solidario destinado a la reinserción social y laboral de los ex limpiavidrios, el monto total recaudado a la fecha es de 54.140 pesos, en concepto de adhesiones de vecinos a ese bono contribución; de depósitos y transferencias de particulares a la cuenta bancaria creada para el fondo, y de una transferencia otorgada por el Centro Comercial.

En la ciudad hay un total de 140 mil contribuyentes a la TGI. De ese número absoluto, el 70 % abona regularmente el tributo. Entonces, sólo el 5 % de estos contribuyentes “cumplidores” con el fisco local adhirió al bono solidario para los jóvenes ex limpiavidrios. De todos modos, las autoridades municipales se mostraron satisfechas con el inicio de la recaudación, orientada a una “política inclusiva”, según definió el propio intendente José Corral, quien a su vez estimó a El Litoral que “a fines de mes, creemos que ese monto llegará a los 60 ó 70 mil pesos”.

Los datos fueron divulgados hoy por el primer mandatario local, en el marco de la firma de un convenio con la Fundación Ejercicio Ciudadano, la entidad que estará encargada de auditar y monitorear el ingreso y egreso de esos montos a la cuenta bancaria; de acompañar el Programa “Calles Seguras, Infancias y juventudes protegidas” —que busca reinsertar a las personas en situación de calle, como los ex limpiavidrios-, y de elaborar periódicamente indicadores económicos del proceso de recaudación.

Para Estela Pérez Moncunill, presidenta de Ejercicio Ciudadano, “todo esto tiene que ver con la inclusión social. Pero a la vez, hay otra cuestión central: que la ciudadanía asuma la responsabilidad que significa hacerse cargo de su rol en la sociedad, de lo que pasa en la ciudad, de lo público, es lo más interesante de este proyecto”.

“Si la ciudadanía se involucra, se va a entender que no cuesta nada que cada uno asuma conscientemente su cuota de responsabilidad en este proyecto de inclusión social. Cada santafesino que participe va a sentirse orgulloso de ser parte de este programa”, ponderó Moncunill.

Dos estrategias

El dramático caso de Marcelo Giménez, el joven limpiavidrios aplastado por un camión al que se había trepado para limpiar el vidrio por una moneda a voluntad, fue el episodio bisagra. Desde entonces, “la pregunta era cómo resolver el problema de la gente en situación de calle, puntualmente de los limpiavidrios, que están en lugares poco seguros y realizando una actividad inhumana. Así se impulsó el programa Infancias Seguras. Y hoy vemos los primeros resultados”, expresó Corral.

El municipio recurrió a dos estrategias: ofrecerles alternativas laborales más dignas a los limpiavidrios, como el trabajo en cooperativas y este fondo de contribución solidaria. “Pero había que dar a los vecinos garantías de transparencia. Por eso, firmamos este convenio con Ejercicio Ciudadano.”, resaltó Corral.