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 Hay años en que el ganador del Oscar es tan obvio -de El último emperador a Titanic, pasando por La lista de Schindler, Belleza americana, Los infiltrados y El discurso del rey- que la ceremonia pierde sorpresa, cierto suspenso, encanto. Pero hay otras ediciones -cuando ganó El silencio de los inocentes- en donde bien vale la pena quedarse despierto hasta la 1.30 de la madrugada.

Esta es una.

Y mañana es feriado.

Desde que la Academia de Hollywood amplió a nueve el número de filmes candidatos al Oscar nunca hubo tanta disparidad de criterios a la hora de apostar por cuál se llevaría el premio mayor. Por octubre nadie dudaba que Gravedad, con Sandra Bullock perdida en el espacio exterior, sería la ganadora. Pero así como El mayordomo -sobre el hombre de color que sirvió en la Casa Blanca durante décadas- veía perder sus expectativas, aparecía 12 años de esclavitud, también basada en hechos reales, pero más políticamente correcta. Pero en síntesis, todos los filmes tienen personajes heroicos.

Hoy, la disputa por el Oscar a la mejor película parece quedar entre ellas dos, con Escándalo americano como la única de las nueve que tiene candidatos a sus cuatro actores (Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper y Jennifer Lawrence) y entre sus diez nominaciones incluye además película, director y guión original. No es poco.

Pero ¿para qué sirve el Oscar? ¿Acaso marca una tendencia de lo que debería producir la mayor industria del entretenimiento? No siempre. Han ganado musicales, como Chicago, y no por ello hubo una superpoblación de gente cantando en vez de hablar.

El Oscar ayuda a que el filme ganador, si se estrenó en diciembre y sigue en cartel -si se conoció mucho antes, ya se editó en DVD y nadie va a pagar un dólar la entrada de cine- pueda recaudar de un 20 a un 30 por ciento más. Los rubros ganadores que impulsan a la gente a ir a los multicines son obviamente el de película, actores -sean o no protagónicos-, director y, al menos en la Argentina, película en idioma extranjero.

En Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) 12 años... recaudó poco y nada: 45 millones, pero costó 20.

Gravedad es la más taquillera de las 9 nominadas (270 millones) y costó 100. El resto: Escándalo..., 144 y 40; El club de los desahuciados, 25, sobre un costo de 5,5 millones; Capitán Philips, 106 sobre 55; El lobo de Wall Street, 112 sobre 100; Philomena, 32 y 12; Nebraska, 16 y 13; Ella recaudó lo que costó (25 millones).

Se sabe: la Academia no premia fracasos.

Sin filmes hispanoparlantes, todo parece indicar que La grande bellezza, de Paolo Sorrentino, se llevará ese galardón para Italia. Que Frozen gana el Oscar animado es tan seguro como que Walt Disney no está congelado. Y también parece que -algo bastante inconcebible- los académicos determinarán que el mejor director no haya hecho la mejor película, y la mejor película no haya sido realizada por el mejor director. Eso pasa cuando la elegida gusta, pero no tanto, y -el voto culposo- se apoya al director como premio consuelo. Así, 12 años de esclavitud ganaría como mejor filme, y el mexicano Alfonso Cuarón será el primer latinoamericano en ganar como director.

Si el premio se lo llevara el inglés Steve McQueen, realizador de 12 años..., también marcaría precedente como el primer director negro en obtener el galardón.

Otras postas son Blanchett como mejor actriz por Blue Jasmine, Matthew McConaughey y Jared Leto, como actor protagónico y secundario, por El club de los desahuciados, y Lupita Nyong’o (12 años…) sobre Jennifer Lawrence.

12 años de esclavitud sería mejor película, pero Gravedad terminará cosechando más premios (al de director le sumará varios técnicos, como efectos visuales, sonido, tal vez fotografía).

El lobo de Wall Sreet, (otra postergación para DiCaprio) Nebraska, Capitán Philips y Philomena se quedarían con las manos vacías, y a Escándalo… y Ella, de Spike Jonze (la única no estrenada aún en la Argentina, llega el 13) les darían la palmadita de mejores guiones, escritos por sus directores.

Igual, veamos en cinco o diez años si la gente se acuerda de Gravedad o 12 años de esclavitud.