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A pesar de la activa intervención del Banco Central brasileño, el real se depreció ayer 0,08% y cerró a 2,282 unidades por dólar, tras haber llegado a un máximo intradiario de 2,30 reales. La moneda del país vecino acumuló en julio una baja de 2,24%, lo que la ubicó en su valor más débil desde marzo del 2009.

En una jornada sumamente agitada, el Banco Central de Brasil debió intervenir tres veces en el día para frenar la caída del real. La autoridad monetaria ofreció tres subastas de swaps de divisas luego de que el real tocara su nivel más bajo en más de cuatro años, por el temor a que la Reserva Federal estadounidense (Fed) reduzca este año las medidas de estímulo que apuntalaron el interés de los inversores en monedas de emergentes. La baja fue impulsada además por la fijación de la tasa cambiaria Ptax, que se usa como referencia en varios contratos en Brasil.

De acuerdo a operadores del mercado, la moneda brasileña se mostró muy volátil durante todo el día y al final registró sólo un ligero aumento. Luego de que Estados Unidos diera a conocer datos auspiciosos sobre nivel de actividad y empleo, el dólar se fortaleció y llegó a cotizar en 2,30 reales, lo que llevó al banco central a realizar la primera subasta de swaps. El Banco Central realizó tres subastas de swaps cambiarios tradicionales, equivalentes a la venta de dólares en el mercado futuro, por un total de 75.000 contratos. El banco vendió los 30.000 contratos ofrecidos en la primera subasta, mientras que en la segunda oferta, sólo vendió la mitad de los 30.000 contratos. En la tercera, la autoridad monetaria no pudo vender ninguno de los 15.000 contratos ofrecidos. Según la oficina de prensa del banco central, desde agosto del 2002, la autoridad monetaria no realizaba tres tradicionales subastas de swaps de divisas en el mismo día. En ese momento, el dólar se cotizaba por encima de 3 reales, el país atravesaba un período de gran inestabilidad y en el mercado reinaba la desconfianza.

Tras las intervenciones, la moneda brasileña recortó brevemente sus pérdidas pero la debilidad se mantuvo hasta que la Fed calmó a inversores tras destacar que los estímulos continuarán sin hacer referencia al plazo para retirarlos.

El real viene depreciándose desde hace tres meses debido al fin de las medidas de estimulo anunciadas por Estados Unidos. Desde el máximo alcanzado en marzo de 1,94 reales por dólar, el valor de la moneda cayó 17,4%. La devaluación del real gana importancia en Argentina porque marca el paso de la depreciación del peso. Para analistas, la principal estrategia del Banco Central argentino es mantener un tipo de cambio real multilateral estable y para ello mirar lo que pasa en Brasil es fundamental. En las últimas semanas el Central dejó que el peso se deprecie con mayor rapidez, en sintonía con el real y por eso en julio la caída fue similar (2,19%).