Lt 10

El temor que se generó en la población ante el avance de la Gripe A en el país, que ya suma 11 muertos a nivel nacional, provocó que las farmacias registraran una demanda inusitada de las vacunas antigripales, lo que generó la virtual desaparición de esos medicamentos.

Según pudo determinar El Cronista en una recorrida realizada por los distintos actores del sector, hoy encontrar estos medicamentos en el sector privado es muy difícil, aunque sí hay disponibilidad en los centros de atención al público.
“Tenemos faltante de esos productos y a esta altura ya no creemos que podamos revertir esto”, admitió una fuente farmacéutica.

Esta situación se da tanto en los antigripales que se utilizan para evitar el contagio de esta enfermedad cualquier gripe estacional, incluida la H1N1 (son seis, que los laboratorios Sinerguim-Biotech, Sanofis, Novartis, Abbott e Instituto Biológico Argentino comercializan bajo diferentes marcas), como el ya famoso antiviral Tamiflú (fabricado por Roche y que en la Argentina lo comercializa el laboratorio Investi), el único que contiene oseltamivir, utilizado para combatir la Gripe A a poco de haber sido contraída, o evitar el contagio a terceros.

Si bien Tamiflú es la marca más conocida, en la Argentina, existen varios laboratorios que comercializan antivirales con oseltamivir, aunque bajo otras etiquetas comerciales.
Todos esos medicamentos se venden bajo receta.

Desde una de las farmacias consultadas, incluso, reconocieron que uno de estos laboratorios ya les comunicó que “hay vacunas circulantes disponibles, pero poco para reponer”.

El mayor inconveniente, de todos modos, se da en el sector privado, y para quienes no formen parte de los determinados “grupos de riesgo”, como personas mayores de 65 años, menores dos años y embarazadas, entre otros. Aquellos que se encuentren en estos grupos no deberían tener inconvenientes en conseguir los medicamentos a través de sus obras sociales o prepagas.

La misma suerte deberían correr aquellos que acudan a un centro asistencial estatal, y formen parte de los grupos de riesgo. El grupo Sinergium-Biotech, que conforman los locales Elea y Bagó, junto a las multinacionales Novartis y Pfizer, fabrican estas vacunas antigripales para el Estado en forma casi exclusiva, bajo la marca “Viraflú”.

En estas complicaciones nada tienen que ver las trabas a las importaciones, sino una sobre demanda.

Otro punto que destacan los laboratorios es que el calendario de vacunación antigripal es de marzo y mayo, por lo que hoy el nivel de fabricación de estos productos no se encuentra en “temporada alta”, situación que también genera desabastecimiento.
Sobre el caso particular del Tamiflú, en Roche afirmaron a El Cronista que “trabaja globalmente en conjunto con las autoridades sanitarias locales e internacionales para responder a las necesidades sanitarias de cada país. Hasta el momento, no hemos recibido pedidos o requerimientos por parte de las autoridades sanitarias argentinas por falta de stock”.
De todos modos, son varios los que pretendieron adquirir este medicamento en forma particular, pero les fue imposible.
En cuanto a la situación social que generó el avance de la Gripe A, en Córdoba, una de las provincias más afectadas por la enfermedad, descartaron un cambio en el calendario escolar.