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Colón igualó 1-1 con Independiente en el estadio Cementerio de los Elefantes y el Rojo abandonó la máxima categoría sin poder romper la sequía de cinco partidos sin victorias. Al elenco de Avellaneda no le salió ni siquiera el tiro del final...

A pesar del dolor, el Rojo mostró entusiasmo a partir de su sangre joven (Pizzini y Trejo) para tomar las riendas del encuentro. A partir del vuelo de estos dos jóvenes, los de Brindisi encontraron huecos en la defensa sabalera y gritaron el primero. Iban 20 minutos cuando Trejo desbordó y Mugni clavó un golazo en contra de taco al intentar despejar.

El golpe hizo despertar del letargo al apático Colón, que no necesitó demasiado para devolverle la paridad al resultado. Marcos Fernández, la apuesta de Morant, tiró un centro que Gigliotti transformó en gol a los 35, gracias a un cabezazo a contrapierna. En el festejo, seguramente habrá pensado en Bianchi, quien lo tienta diariamente para pasar a Boca.

En el complemento, hubo una alarmante sequía de emociones. Independiente ejerció una leve superioridad a partir de la frescura y el buen manejo del balón con toques prolijos, mientras que su rival lamentó no poder sacarle jugo a la visión de Mugni. La entrada del picante Luque le devolvió algo de agresividad al opaco anfitrión.

En el partido del adiós, Brindisi aprovechó para darles pista a nuevos jóvenes como Millañanco y Alexis Zárate. Fue un mensaje nítido del DT: los chicos serán importantes en el retorno a la elite, al igual que los refuerzos importantes que solicitó.

Independiente nunca olvidará este sábado 22 de junio de 2013, porque hoy jugó por última vez en Primera. Sueña con estar de festejo dentro de exactamente un año y volver a estar entre los mejores de nuestro fútbol.