Por cuarto día consecutivo el mercado libre de cambios mantiene precios de compra y venta a clientes muy por debajo de los picos previos que marcaban hasta la vigencia del cepo cambiario, el 16 de diciembre, las plazas alternativas como el contado con liquidación y el MEP.
Ese fenómeno responde a la estrategia del equipo económico de asegurar fluidez de oferta de divisas con el acuerdo de liquidación diaria de USD 300 millones por parte de los exportadores de cereales y oleaginosas, mientras que para los importadores las ventas se limitan a las nuevas operaciones, dado que las deudas con proveedores se irán regularizando en el curso de los próximos cinco meses.
En el caso de los particulares las operaciones se mantienen con un rango medio de $12,90 para la compra a clientes y $13,26 para la venta, aunque con notable amplitud de precios entre las entidades, ya que para el extremo superior van de un piso de $13,10 que marca el Banco Nación Argentina y un máximo que llega a $13,50 en algún banco privado.
Flotación por ahora a la baja
La nueva política cambiaria está prevista que siga una "flotación sucia", esto es que el Banco Central intervendrá como vendedor si la cotización del dólar sube más de un valor deseable, o adquiere una velocidad mayor a la deseada, y saldrá como comprador para "defender" una paridad que no vuelva a debilitar la competitividad de la producción nacional, y de ese modo apuntalar la debilitada posición de reservas.
Sin embargo, al cuarto día de liberación del mercado de cambios, con una paridad única, se advierte que el curso del tipo de cambio ha sido claramente descendente, y, a lo sumo ahora se estabilizó en la apertura de las transacciones, pese a que las reservas del Banco Central acumulan en ese período un incremento de apenas USD 242 millones.
Al parecer, la estrategia de la autoridad monetaria es dejar deslizar el tipo de cambio hasta que encuentre el piso del mercado.
De ese modo, se busca contribuir a dos objetivos: desarmar las expectativas inflacionarias de quienes aseguraban que el fin del cepo con pocos reservas iba a disparar el precio de la divisa a un rango de 16 a 18 pesos: "no hay razones para que los empresarios sigan aumentando los precios", dijo la vicepresidente de la Nación Gabriela Michetti, al finalizar la primera reunión de gabinete; y al mismo tiempo, mantener un brecha reducida hasta marzo con el precio de venta pactado por el anterior presidente del Banco Central entre 10,50 y 11 pesos, para reducir el impacto expansivo de la emisión de dinero en compensación de las pérdidas de cambio.
Para las operaciones con otras divisas la pizarra del BNA muestra una brecha de dos pesos entre la compra y venta de euros por unidad a $14 y $16 y de un peso para el caso de la moneda brasileña a $2,90 y $3,90 por real, para las puntas inferior y superior.
En el circuito marginal, donde concurren los que se mueven en la informalidad, un 33% de los trabajadores asalariados y más del 40% de las pequeñas y medianas empresas, el dólar se compra a $13,55 y se vende a 13,85. Acusa un declive de cinco centavos respecto de los valores de apertura de la semana.