Unión se mueve con cautela alrededor del futuro de Diego Armando Díaz. Mientras el club blindó al delantero desde lo contractual, el escenario deportivo plantea una disyuntiva clara: sostenerlo dentro del proyecto de Leonardo Madelón o facilitarle una salida que le permita sumar continuidad en un contexto de mayor protagonismo.
La decisión no es inmediata, pero sí estratégica. Unión entiende que el crecimiento del jugador necesita minutos y competencia real, algo que hoy no aparece garantizado dentro de un plantel que será rearmado para afrontar la temporada 2026.
Blindaje contractual y mirada a largo plazo
El pasado 29 de diciembre, la dirigencia rojiblanca dio una señal fuerte al mercado: adquirió el 80% de los derechos económicos de Díaz, que pertenecían a Sportivo Las Parejas, y extendió su contrato hasta diciembre de 2028. La operación ratificó la confianza en el delantero y lo posicionó como un activo importante para el futuro inmediato del club.
El mensaje fue claro: Unión no quiere perder a DAD, pero tampoco frenar su evolución.
El deseo del jugador y un mercado que se activa
Puertas adentro, el propio Díaz tiene una postura definida. Su prioridad es jugar con regularidad, y por eso no descarta un cambio de aire si el escenario en Primera División no le asegura continuidad. En ese contexto, aparecieron ofertas concretas y sondeos que empiezan a marcar el camino.
La propuesta más firme es la de Chaco For Ever, conducido por Ricardo Pancaldo, que además le ofrece un regreso a su provincia de origen. En la misma categoría, Patronato y otros equipos de peso siguen de cerca la situación, mientras que Estudiantes de Río Cuarto y Gimnasia de Mendoza, recientemente ascendidos, se anotaron como posibles destinos.
El interés no se limita al fútbol argentino: desde Ecuador y Chile también hubo consultas, lo que amplía el abanico de alternativas.
Una definición que dependerá del proyecto
El presidente Luis Spahn reconoció públicamente que el caso está bajo análisis, y dejó una frase que resume el dilema: “Tenemos que analizar cuánto puede sumar en Unión y cuánto puede sumar en la Primera Nacional”.
Esa evaluación será compartida entre dirigencia y cuerpo técnico, con Madelón como actor clave para determinar si Díaz entra en la rotación ofensiva o si una cesión aparece como la mejor opción para todas las partes.
Por ahora, Unión cuida el capital, escucha al mercado y espera. El futuro de Diego Armando Díaz no está cerrado, pero sí encuadrado en una lógica clara: proteger el patrimonio sin frenar el crecimiento deportivo del jugador.