Un productor agropecuario de la localidad de Santo Domingo, en el departamento Las Colonias, denunció el faltante de más de cien cabezas de ganado de su establecimiento rural.
El hecho se produjo en un campo de aproximadamente 200 hectáreas situado sobre la ruta 80-S, en el límite con Llambi Campbell, a la altura del puente que cruza el río Salado. El denunciante estimó que las pérdidas económicas rondarían los 140 millones de pesos.
Ante esta situación, productores ganaderos santafesinos están abandonando la actividad debido al abigeato. Así lo confirmó en LT10 Juan Carlos Pujato, secretario de la Sociedad Rural de Santa Fe.
El dirigente reconoció que, si bien hay casos en distintos puntos de la provincia, la situación es alarmante en el norte porque "los ganaderos tienen miedo y los delincuentes no van presos".
"En la zona de San Javier o de Alejandra hay campos que ya no se explotan, justamente por el tema del robo. Es muy difícil para un productor que invierte ver que al que detienen con una vaca robada entra por una puerta y sale por la otra, porque el abigeato es una figura excarcelable", detalló Pujato.
Además, expresó que probar la existencia de una asociación ilícita para lograr una condena firme es sumamente complejo: "La realidad es que la gente se termina asustando y deja la explotación".
En el mismo sentido, Pujato remarcó que los controles deben realizarse de manera conjunta con la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAL) en los puntos de venta y faena.
"El animal faenado tiene un solo destino: la carnicería. Esa hacienda se faenó en un galpón clandestino o en un frigorífico. Si se realizan controles en los remates de feria, en los frigoríficos y en los puntos de venta, es un poco más sencillo", agregó el productor.
También subrayó que la ASSAL debería inspeccionar todas las carnicerías para verificar el origen de la mercadería y si el proceso de faena fue el correcto: "¿O hacemos la vista gorda porque en el pueblo necesitamos una carnicería que venda carne barata?", concluyó.
