El presidente de la DAIA nacional, Mauro Berenstein, y el titular de la filial Santa Fe, Horacio Roitmann, visitaron LT10 y analizaron el fuerte aumento del antisemitismo desde 2023, la responsabilidad política y social ante los discursos de odio y la necesidad de profundizar la educación para frenar la violencia.
La dirigencia nacional y local de la DAIA estuvo en los estudios de LT10 en el marco del 90° aniversario de la entidad, tras un año marcado por la escalada global de antisemitismo. Tanto Berenstein como Roitmann advirtieron sobre el impacto del 7 de octubre en el mundo y en la Argentina, donde el fenómeno creció cerca de un 300% en el último tiempo.
Los dirigentes también valoraron el trabajo de diálogo interinstitucional en Santa Fe y remarcaron la importancia de una respuesta política clara frente a expresiones discriminatorias y violentas, especialmente en redes sociales y ámbitos como el deporte.
“Santa Fe tiene su mesa de diálogo que cumple 20 años”, destacó Roitmann, al subrayar la convivencia entre religiones, universidades, gremios, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil. Berenstein agregó que el aniversario de la DAIA fue “un evento muy representativo” porque reunió a autoridades de todos los niveles y reflejó “una comunidad con un espíritu de diálogo”.
Historia, presente y educación
Al repasar la historia de la entidad, Berenstein recordó: “La DAIA nace hace 90 años, en 1935, como respuesta a que había comenzado la persecución de la comunidad judía en Europa con el nazismo. Se entendió que lo que se venía de esa ola era algo muy trágico, que finalmente terminó en el Holocausto”.
Sobre el presente, el dirigente fue contundente: “Tristemente, a partir del 7 de octubre hubo una ola creciente en el mundo. Argentina creció en lo que va de los tres años con un 300%”. Y alertó sobre la naturalización del fenómeno: “Estamos hablando de discurso de odio, tanto en redes sociales como hasta en el Congreso Nacional”.
Berenstein explicó que una parte del cambio de paradigma está en la dinámica digital: “Hoy hay un canal que son las redes sociales, donde uno se siente en la libertad de poder opinar, atacar y agredir sin tener historia, sin tener educación al respecto”. Por eso, afirmó que la gestión actual de la DAIA se propuso priorizar la educación: “No digo solo educación en las escuelas sino educación en todos los ámbitos de la sociedad”.
En ese sentido, mencionó la creación del “Departamento de Lucha contra el Antisemitismo en el Deporte”, dado que se trata de “un espacio de pasión nacional donde siempre el discurso de odio está muy a la mano”.
Consultado sobre los orígenes sociales del prejuicio, Berenstein observó: “Creo que Argentina ha vivido tristemente dos episodios muy graves, que son el atentado a la Embajada y el atentado a la AMIA: el odio lleva al odio y ese odio termina en vidas”.
Respecto a la posición del Gobierno nacional, señaló: “Estamos absolutamente agradecidos de la postura que está tomando el presidente. Se ha preocupado por el pueblo judío, por el Estado de Israel y por defender la democracia y la libertad”.
Berenstein también cuestionó la falta de respuestas institucionales frente a discursos antisemitas: “Es muy grave la situación, aún dentro del Congreso, que ninguno de los diputados haya objetado o cuestionado eso”.
Roitmann también celebró la iniciativa local para combatir el odio: “El proyecto de ordenanza para que Santa Fe sea una ciudad libre de discurso de odio es un paso importante”.
Solicitud por el incendio en la sinagoga
En relación con el ataque a la sinagoga de San Cristóbal, la DAIA solicitó a las autoridades investigar el incendio aparentemente intencional, en el contexto de aumento del antisemitismo y del antisionismo en el país.
La entidad pide, dada la gravedad del hecho, que se dé a conocer a la sociedad lo sucedido y se apliquen las sanciones correspondientes a los responsables.
Al analizar casos, Roitmann remarcó: “No deja de ser un símbolo”. Y pidió a las autoridades investigar: “Tenemos creencias de que ha sido algo intencionado”.
Sobre los ataques, añadió: “Se ha incendiado la historia. Se perdió la historia de sus padres, de sus abuelos, se perdió todo”.
Para Berenstein, el mensaje debe ser claro: “El antisemitismo es un delito, no es una moda”. Y advirtió: “No se puede generar odio; eso termina generando acciones violentas que pueden terminar lastimando a gente o inclusive a matarla”.