El debate por la desregulación de los colegios profesionales se reactivó tras la circulación de un borrador del Gobierno nacional que propone suprimir los sistemas de matriculación y los controles éticos en diversas actividades. La iniciativa alcanzaría a profesiones como la abogacía en la Ciudad de Buenos Aires, la enfermería, los martilleros y los agentes de propaganda médica.
En Santa Fe, el esquema actual de matriculación es regulado por leyes provinciales y, además, está reconocido en la nueva Constitución santafesina. Por eso, si bien la propuesta generó preocupación, desde los colegios profesionales advierten que sus efectos no serían automáticos en la provincia. Aun así, alertan por el impacto institucional y por la ausencia de mecanismos de control en otras jurisdicciones.
El presidente del Colegio de Abogados de Santa Fe, Andrés Abramovich, planteó: "Desregular las matrículas profesionales, es decir, que solamente con el título habilitante se podría comenzar a ejercer sin necesidad de pasar por la inscripción en determinados colegios”. Según sostuvo, esta medida “genera preocupación para todas las entidades que representan a miles y miles de ciudadanos” y también “perjudicaría notoriamente” a la ciudadanía.
Abramovich remarcó que el punto crítico es la ética profesional. "Los colegios profesionales, por ley, son los que se encuentran encargados de velar por el correcto funcionamiento y comportamiento de los distintos profesionales", explicó. Recordó que cada entidad cuenta con un Tribunal de Conducta que puede sancionar desde un apercibimiento hasta la suspensión o cancelación de la matrícula. Si ese control desaparece, afirmó, "lo que generaría es una impunidad, y esta impunidad redunda en un perjuicio para todos los ciudadanos”.
El dirigente también advirtió sobre la imposibilidad del Estado de asumir esas funciones: "El Estado hoy en día se encuentra con estas infraestructuras para perseguir delitos. Imaginen que tenga que sancionar faltas éticas: verdaderamente no tiene la capacidad, ni la infraestructura material, edilicia ni humana”.
Consultado sobre la posibilidad de que un profesional ejerza sin controles en diferentes provincias, fue contundente: "Así se daría la práctica". Precisó que en Santa Fe eso no sería posible porque "tenemos leyes de matriculaciones y ejercicios legales obligatorios, que son leyes provinciales", y porque la nueva Constitución reconoce a los colegios y cajas profesionales. No obstante, advirtió que un abogado de CABA "podría venir a otra provincia a ejercer" sin controles si la norma nacional avanzara.
Abramovich explicó las funciones del Colegio de Abogados: "Tenemos dos funciones elementales dentro de nuestra institución. Una es velar por el correcto ejercicio de la profesión, donde efectivamente se reciben denuncias contra los malos procededores”. Explicó que muchas denuncias son infundadas, pero otras tienen sustento, y que existe "un procedimiento con derecho de defensa" para determinar si corresponde una sanción.
Finalmente, advirtió que eliminar esos mecanismos dejaría en situación de vulnerabilidad a la ciudadanía: "Va a generar un gran perjuicio para cualquier ciudadano que puede ser afectado en sus derechos fundamentales”. Y concluyó: “Si se procuran suprimir esas actuaciones a través de los tribunales de ética, la ciudadanía se vería indefensa y sus derechos no serían reconocidos”.