La fiscal Jorgelina Moser Ferro explicó que la reapertura de la causa Morello responde a la existencia de un patrón genético útil para avanzar en la identificación del autor. Además, se refirió al fallo de Cámara que ratificó la condena a 12 años de prisión al profesor Trigatti por abuso sexual.
La fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Jorgelina Moser Ferro, dialogó con LT10 y confirmó que recibió recientemente el expediente vinculado al homicidio de María Florencia Morello, ocurrido en 2005 en la ciudad de Santa Fe. “Recién estoy estudiando el legajo, lo recibí hace unos días”, señaló la funcionaria judicial, al tiempo que explicó que la Fiscal General María Cecilia Vranicich ordenó reabrir la investigación por la existencia de un patrón genético que conserva utilidad para determinar la identidad del autor del hecho.
El caso, que estaba cerrado y próximo a cumplir veinte años, fue reasignado a Moser Ferro para su análisis. “La causa podría estar prescripta, salvo que la persona eventualmente imputada haya cometido un nuevo hecho que interrumpa ese plazo. Pero el objetivo es darle una respuesta a la familia, más allá del tiempo transcurrido”, afirmó.
En el marco de esta reapertura, la fiscal destacó también la incorporación del caso al Programa de Recompensas del Gobierno de Santa Fe, que ofrece 25 millones de pesos a quien aporte información fidedigna que permita avanzar en la investigación. “Es una herramienta que puede ser de ayuda si alguien brinda datos certeros que puedan cotejarse con el perfil genético existente”, explicó.
Morello, oriunda de otra localidad, vivía en barrio Roma y fue asesinada a pocos metros de donde hoy funciona el MPA, cuando se dirigía a su trabajo en la terminal de ómnibus.
Caso Juan Trigatti
Por otra parte, la fiscal Moser Ferro también se refirió a la confirmación de la condena a 12 años de prisión impuesta al profesor Trigatti, acusado de abusos sexuales contra alumnas menores de edad. “El segundo tribunal de Cámara ratificó íntegramente la sentencia y valoró la coherencia de los relatos de las niñas, la evidencia médica y todo el plexo probatorio”, señaló.
Según la fiscal, el nuevo fallo “corrige la tergiversación de pruebas que se había advertido en la primera instancia” y reconoce la importancia de la perspectiva de niñez en el tratamiento de los testimonios. Además, el tribunal determinó que la responsabilidad por la falta de entrega de las cámaras de seguridad de la escuela recayó en los directivos del establecimiento, y no en la acusación ni en la policía.
“Este fallo viene a confirmar lo que sosteníamos desde el primer momento: que los hechos existieron y fueron acreditados con pruebas claras”, concluyó Moser Ferro.