Mientras Unión se prepara para una final anticipada ante Barracas Central del sábado, a partir de las 21.30, con arbitraje de Darío Herrera y transmisión de LT10 AM 1020 y FM "X" 103.5, Lautaro Vargas tendrá su propia batalla.
El lateral derecho, incansable en la banda, no solo deberá lidiar con su rival de turno, sino también con una cuenta pendiente que lo persigue: las cuatro amarillas. El contexto no podría ser más delicado. El Tatengue busca sellar su clasificación a los playoffs y quedarse con la ventaja de localía, pero Vargas camina por la cornisa. Una tarjeta más lo dejaría afuera de la última fecha ante Belgrano, justo antes del inicio de la etapa decisiva.
En el cuerpo técnico lo saben y el propio jugador también. ¿Vale más cuidarse o exponerse? Si fuerza la amonestación, se perdería el duelo en Córdoba pero llegaría limpio a los playoffs. Si decide aguantar, deberá convivir con el riesgo de una amarilla inoportuna que lo margine en plena definición. Entonces habrá que cuál será la decisión, si limpiarse o jugársela a salir "ileso".
No es una cuestión menor: en el mundo Unión, todos saben que Vargas se volvió una pieza clave, tanto por su despliegue como por su regularidad. Por eso, su decisión no será solo individual, sino también estratégica. El sábado, cuando la pelota empiece a rodar en el 15 de Abril, habrá dos partidos en uno: el que jugará Unión contra Barracas, y el que disputará Vargas contra su propio límite.