En medio de un panorama financiero ajustado, Colón enfrenta contratiempos, porque Platense se atrasó en los pagos por el pase de Leonel Picco y generó un efecto dominó en la economía.
La dirigencia contaba con ese ingreso para cumplir compromisos salariales y, sobre todo, para avanzar en la negociación con Alberto Espínola, un tema que sigue trabado. El lateral paraguayo rechazó el extenso plan de pagos que le ofrecieron y espera una propuesta más concreta, pero el club no dispone del dinero necesario para cerrar la situación.
Desde el entorno del Calamar, la respuesta no trajo alivio. Según pudo saber Diez en Deportes, la contestación fue tan simple como preocupante: “No hay dinero”. Esa frase refleja el momento económico de Platense y, al mismo tiempo, explica por qué Colón empieza a barajar alternativas. Incluso trascendió que el Sabalero podría pedir la intervención de AFA para garantizar el cobro, aunque no es un mecanismo habitual ni sencillo de activar.
Mientras tanto, en barrio Centenario las cuentas siguen en rojo. Colón aún tiene dinero por cobrar de otras transferencias, como la de Alan Forneris a Racing, aunque ese ingreso recién se haría efectivo en diciembre. Por eso, la demora de Platense complica aún más el día a día de un club que intenta estabilizarse después de un año deportivo y económico cargado de tensiones.