Entre tantas idas y vueltas que dejó la campaña de Colón en la Primera Nacional, un dato pasó casi inadvertido pero refleja mucho de lo que fue el año: Nicolás Talpone terminó siendo el jugador con más minutos.
En un torneo donde el Sabalero cambió nombres, esquemas y entrenadores, el mediocampista consiguió algo de lo que pocos pueden presumir: presencia. Aún con altibajos y un periodo donde perdió terreno, cerró la temporada con 2.374 minutos repartidos en 30 partidos.
Lo curioso es que ni siquiera fue una figura indiscutida. Durante la etapa de Martín Minella, Talpone había salido del equipo por bajo rendimiento. Pero con el correr de las fechas y el regreso de Ezequiel Medrán al mando, volvió a meterse en la conversación y terminó siendo uno de los fijos. Más atrás aparecen nombres pesados del plantel, como Emmanuel Gigliotti, que disputó también 30 encuentros pero con 2.048 minutos, y Federico Jourdan, con 1.717.
El caso de Talpone deja una lectura interesante: en un Colón que nunca encontró estabilidad, él sí logró sostener cierta continuidad. Y aunque no siempre se destacó por su rendimiento, su constancia lo convirtió en una pieza clave desde la presencia, algo que en este año de reconstrucción, no fue poco.