La mayoría de mujeres y disidencias sexo-genéricas de Santa Fe padecen la crisis económica que los obliga a mantener varios trabajos a la vez, casi siempre precarizados, y a pesar de ello, endeudarse. Es la conclusión a la que llegó el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) a través de un informe.
El informe "El impacto de la situación económica en mujeres y disidencias sexo-genéricas" abordó indicadores claves como: empleo y precarización laboral, endeudamiento en los hogares y acceso al consumo básico y calidad de vida en Rosario y Santa Fe.
Se realizaron 378 encuestas durante los meses agosto y septiembre del presente año a mujeres y disidencias en los departamentos Rosario y La Capital y sus zonas metropolitanas, con especial participación de personas encuestadas que habitan en barrios populares. El 95% está compuesto por mujeres y el 5% restante son personas trans y no binaries. Las edades van de los 25 a los 44 años.
El 53 por ciento de los encuestados son jefes de familia y el 60 por ciento tiene a algún familiar a cargo combinado con cuidado de adultos mayores y personas con discapacidad. El principal gasto que tienen es la compra de alimentos.
El objetivo del estudio es visibilizar las desigualdades estructurales que se profundizan bajo las actuales condiciones económicas, afectando de manera específica a mujeres y disidencias en sus múltiples dimensiones de vida. En diálogo con Cada Día, Sofía Botto, la directora del ISEPCi, sostuvo sobre el trabajo elaborado: “Es la segunda vez que hacemos este informe, el año pasado lo hicimos y presentamos en Rosario, pero esta vez pudimos hacerlo en el Gran Santa Fe además del Gran Rosario para poder mostrar una realidad más provincial. La búsqueda era poner en datos algo que vivimos cotidianamente”.
“El 76 por ciento de las personas que encuestamos nos dijeron que estaban peor que el año pasado económicamente y eso se expresa en distintos indicadores y variables”, analizó la dirigente. “Una cuestión que recabamos tiene que ver con el empleo, y la situación de pluriempleo y de sobre carga de trabajo. Muchas personas están realizando más de un trabajo para poder llegar a fin de mes pero no garantiza nada”, agregó.
De acuerdo a Botto, “eso se expresa en actividades informales, muy precarizadas. Son trabajos de limpieza, de cuidado. También aparece la búsqueda de trabajo en ferias, inclusive en trueques o vendiendo lo que tienen en sus casas para garantizar un ingreso”.
Por otra parte, “se incrementó el endeudamiento doméstico, el 68 por ciento de las personas que entrevistamos están apelando para gastos diarios a préstamos de billeteras virtuales, uso de tarjetas de créditos, préstamos bancarios, préstamos barriales informales, que no necesariamente implican ingresos económicos y que, además, generan deudas. El 34 por ciento nos dijo que tenía deudas, también aparecen las deudas de impuestos por no pagar a tiempo, y las deudas en comercios o a familiares”, observó.
También, les consultaron sobre la emocionalidad, sobre cómo estaban atravesando esta situación: “Aparecen la angustia y la preocupación, sobre el futuro incierto”, destacó.
Datos
- . El 62% tiene personas a cargo (personas mayores o personas con discapacidad)
- . El 53% son jefas de familia. Es decir, sus ingresos solventan la gestión del hogar.
- . El 70% realiza una actividad económica, lo que no supone un empleo estable.
- . El 55% manifiesta no tener trabajo, aunque realiza actividades informales (emprendimientos o trueque).
- . El 45% tiene que realizar nuevas actividades en el último año (trabajos de cuidado, venta de productos o de bienes que tenían en sus hogares).
- . El 27% está pluriempleada con dos, tres o más trabajos, lo cual no garantiza la cobertura de los gastos mínimos.
- . El 68% ha debido contraer préstamos o efectuar pagos con tarjetas de crédito para cubrir gastos diarios. Aquí se observa el endeudamiento con créditos otorgados por billeteras virtuales o prestamistas barriales. A lo que se añade el no pago de impuestos y servicios o el pedido de “fiados”.
- . El 85% manifiesta haber modificado sus hábitos de compras. El “ajuste” se realiza en indumentaria y alimentos. La mayoría de los gastos se remiten a la compra de alimentos, lo que se asocia al endeudamiento.
- . El 85% no puede ahorrar.
- . Docentes, jubiladas, estudiantes y personas que cuentan con algún tipo de ayuda social forman parte de la población que acude a comedores sociales.
- . El 76% manifestó encontrarse “peor” en relación con el año pasado.
- . El grueso de las personas encuestadas expresó sentir preocupación, angustia, cansancio, estrés, agotamiento, soledad y desesperanza o y falta de expectativas hacia el futuro.
Botto hizo hincapié en “la profundización y extensión de la precariedad”. “A casi dos años del inicio del gobierno de Milei se confirma la feminización de la pobreza. Es una situación que se ve agravada por la carga desproporcionada de tareas respecto a los varones. Las políticas económicas en los niveles nacional, provincial y local han llevado al límite la supervivencia. El informe que presentamos es una interpelación a los gobiernos, sobre todo ante la imposibilidad de avizorar un futuro más justo y teniendo en cuenta los serios problemas de salud mental”, exclamó.