El revitalizante triunfo frente al local Zhizhen Zhang (368°) en el estreno no sirvió de empuje suficiente para que argentino Sebastián Báez (42°) extendiera su tercera aventura en el Masters 1000 de Shanghai, donde se despidió este viernes en segunda fase a manos del danés Holger Rune (11°) al caer 7-5 y 6-4.
Tanto los winners conectados (15 contra 31) como el porcentaje de puntos ganados con su primer servicio (55 ante 76) terminaron marcando el principio del fin para el dueño de siete títulos en el circuito masculino, el cual batalló hasta último momento, concretando un quiebre en el octavo game del segundo set para esperanzarse con la remontada, y se ganó los elogios de su rival después de pelotear durante una hora y 46 minutos en la cancha central.
"Creo que fue una buena performance en general. Fue un partido muy competitivo, él siempre lo hace así. Es un gran jugador y luchador. Sabía lo que tenía que hacer. Es un gran inicio de torneo, pude jugar muchos rallies. Fue un partido desafiante, sabía que tenía que jugar bien y lo hice casi todo el partido", expresó el joven nórdico, de 22 años y décimo favorito, quien ahora domina 4-2 en el historial entre sí.