En el peor momento de la temporada, Colón no se permite ni un respiro. Luego de la derrota en casa frente a Estudiantes de Río Cuarto, el plantel regresó este martes a los entrenamientos con un solo objetivo: preparar el decisivo cruce del domingo como visitante ante Talleres de Remedios de Escalada, por la fecha 31 de la Primera Nacional.
El panorama es tan claro como preocupante. Con siete partidos consecutivos sin triunfos y una campaña que se desmorona fecha tras fecha, el duelo en Buenos Aires aparece como una verdadera final. Ganar podría significar asegurar la permanencia; perder, en cambio, sumergiría al equipo aún más en la pelea por no descender.
El cuerpo técnico encabezado por Ezequiel Medrán decidió encarar la semana con intensidad desde el primer día. El viaje está previsto para el sábado, por lo que los tiempos de trabajo son reducidos. En cuanto a la conformación del equipo, hay varios puntos a seguir de cerca.
Cristian García, ausente en el último encuentro por una supuesta contractura, será evaluado día a día para ver si puede estar disponible. Lautaro Gaitán podría volver a ser tenido en cuenta, mientras que Christian Bernardi continuará al margen al menos dos semanas más. El resto de los jugadores solo presentan molestias menores.
La crisis de resultados y el bajo rendimiento colectivo ponen a Medrán frente a una decisión crucial: cómo parar el equipo para frenar la caída libre y cortar una racha que ya acumula siete partidos sin alegrías. La presión crece, el margen se reduce y el sábado asoma como una jornada determinante para el futuro inmediato del Sabalero.