La modificación consiste en aumentar la velocidad máxima en el pit lane, que pasa de 60 a 80 km/h. El objetivo es reducir el tiempo perdido durante las paradas y, de ese modo, incentivar estrategias más arriesgadas en circuitos donde adelantar resulta complicado.
En Zandvoort, tradicionalmente los equipos han preferido una sola parada debido a la estrechez del pit lane y a la dificultad de sobrepaso en pista.
Con la nueva regulación, la pérdida de tiempo en boxes, que hasta ahora era de aproximadamente 21 segundos, se reducirá a entre 18 y 19 segundos. Según Pirelli, esto podría traducirse en una ganancia de 2 o 3 segundos, una diferencia pequeña pero suficiente para abrir la puerta a tácticas más agresivas.
Otro factor que podría alterar las decisiones de los equipos son los neumáticos: Pirelli introducirá compuestos más blandos para Zandvoort, lo que obligará a gestionar con mayor cuidado la durabilidad de las gomas e incluso podría motivar una segunda parada. Sin embargo, la experiencia reciente indica que los equipos suelen mantener la cautela; en carreras como Hungría, Arabia Saudita y Miami, aunque se consideraron estrategias de dos paradas, la victoria se logró con una sola.
Para Franco Colapinto, el impacto de estos cambios dependerá de cómo su equipo interprete la carrera. Un pit lane más rápido y neumáticos más blandos hacen atractiva la opción de una segunda parada, pero la dificultad de adelantar en Zandvoort sigue siendo un desafío. La mayoría de los sobrepasos se concentran en la zona de DRS, por lo que recuperar posiciones en pista será complicado.
La FIA y Pirelli esperan que estas modificaciones incentiven estrategias más arriesgadas, pero en última instancia, la clave para Colapinto y el resto de la parrilla estará en equilibrar rendimiento y gestión de neumáticos en un circuito donde cada segundo cuenta.