Enrique Fischer, más conocido como Pipo Pescador, vive actualmente en Alemania. En diálogo con LT10, el referente histórico de la música infantil repasó su carrera, reflexionó sobre el presente de la infancia y contó cómo es su vida hoy, lejos de los escenarios pero cerca de los recuerdos que marcaron a generaciones enteras.
“Yo tengo 80 años, estoy re jubilado, no ando actuando para los niños, hace muchos años que estoy fuera totalmente”, comentó con humor, aunque aclaró que sigue teniendo una relación cercana con los más chicos: “Me pierden los niños. Cualquier niño, en cualquier circunstancia, cuando larga algo de esa esencia de lo infantil, a mí me compra”.
Radicado hace una década en Alemania, Pipo explicó que se mudó para encontrar tranquilidad: “Me vine para estar tranquilo, para estar lejos, para criar a mis nietos sin miedo ni inseguridad, y eso lo logré”. Desde su casa, en lo alto de una montaña, disfruta de una vida serena: “Mi casa es como un nido... mientras estoy en la cama veo todo el pueblo abajo, las águilas volar, las montañas”.
Sobre su vínculo con el pasado artístico, fue claro: “No extraño, porque me adapto muy bien a las situaciones de la vida. Yo no vivo el pasado, el pasado es el pasado, el futuro es el futuro. Vivo el presente y lo disfruto con alegría”. Aunque admitió que estuvo cerca de concretar un proyecto teatral en Buenos Aires, hoy prefiere el bajo perfil: “Voy todos los años a Argentina, pero ya no hago notas. La nota con ustedes la hago porque somos todos del Litoral”.
Durante la charla, también evocó su formación artística: “Fui a estudiar a Bellas Artes en La Plata. Tocaba el piano, el acordeón, y empecé a encontrar gente entusiasmada con el incipiente arte para niños”. Según relató, el éxito llegó sin buscarlo: “En los setenta hacíamos lo que sentíamos. Si venía el éxito, era una suerte. Hoy es al revés: las productoras buscan actores que se ajusten a lo que ya tienen armado”.
Consultado por la canción más emblemática de su repertorio, no dudó: “‘El auto de papá’ me ha dado de comer la vida entera, y me sigue dando. Es famosa en todo el habla hispana”. Sin embargo, aclaró: “Tengo unas 300 canciones, hay muchas otras que me dan mucha felicidad. Pero a esa le agradezco que supo conservarse en el tiempo”.
Sobre el cambio cultural en el vínculo con la infancia, lamentó: “Miro la tragedia de las pantallas y me da una pena enorme. Lo único que pude hacer fue salvar a mi nieto de la pantalla. Hoy tiene un grupo de rock y salió de eso”.
Finalmente, Pipo destacó que se siente reconocido y valorado: “Sale en Clarín mi cumpleaños, me llaman todo el tiempo para hacerme notas, me siento muy reconocido”. Y cerró con emoción: “Viva el Litoral, viva Gualeguaychú, viva Santa Fe”.