Cuando comienza la temporada de tenis, allá por los últimos días de diciembre, antes de que el mundo festeje el inicio del Año Nuevo, los fanáticos suelen tener claros varios ejes: los torneos de tenis terminan los domingos.
Por cuestiones lógicas de marketing, venta de tickets, presencia en las tribunas y claridad en la organización de los almanaques, los eventos contaban con esa certeza. Sin embargo, en este 2025 se rompió con la tradición en la previa al US Open. Es que tanto Canadá (finalizó un jueves) como ahora Cincinnati (el lunes) concluyeron en días atípicos.
La ATP resolvió ampliar los cuadros en los Masters 1000 con el objetivo de que más jugadores pudieran participar en este tipo de torneos. Sin embargo, el hecho de pasar de un campeonato de una semana a uno de dos, producto del incremento de 56 a 96 participantes, provocó un desajuste completo en la confección de los calendarios.
Tanto es así que el partido más esperado en Cincinnati no se jugará en el prime time de un domingo, momento en el que la mayoría de los trabajadores no trabaja y puede disfrutar del tenis, sino que se disputará este lunes 18 de agosto.
Si bien el torneo estadounidense ya había afrontado esta situación el año pasado por los Juegos Olímpicos de París, en esta ocasión se trató de una decisión exclusiva de la ATP y la WTA.