El caso del oficial que hirió a su pareja y se atrincheró en su casa de barrio Nueva Esperanza, en Recreo, volvió a poner en agenda la salud mental dentro de las fuerzas de seguridad. El episodio tuvo como protagonista a César Muga, un policía de 53 años, en disponibilidad, que cumplía funciones en la Comisaría 16.
Frente a este hecho, la diputada provincial Natalia Armas Belavi recordó que viene trabajando desde hace tiempo en proyectos relacionados con la salud mental del personal policial. En diálogo con LT10, sostuvo:
“Amanecimos mal en Santa Fe. Una noticia tristísima desde donde se la mire. Como legisladora, me preocupa que no se le dé al tema la importancia que tiene”.
La legisladora de Vida y Familia destacó que el Gobierno Provincial anunció esta semana un programa de salud mental para las fuerzas de seguridad, algo que valoró, pero sobre lo cual presentó un pedido de informes.
“Celebro que se tome el tema, pero la pregunta es: ¿cada cuánto se va a dictar? ¿Quiénes son los expertos? ¿Cuál es la duración? ¿Qué periodicidad tendrán los módulos? ¿Cómo se articula con IAPOS para los turnos?”, cuestionó.
Armas Belavi fue clara al señalar el nivel de riesgo que implica no abordar seriamente esta problemática:“Estamos hablando de personas que portan un arma. No solo es peligroso para sí mismos, como muestran los números de suicidios, sino también para sus familias, vecinos y para todos los que estamos alrededor”.
Consultada sobre controles psicológicos periódicos en la fuerza, respondió con firmeza:“No, la verdad es que no se les hace. Y eso es clave: hay que evaluar no solo al que vuelve de una licencia, sino también a quien está hoy en la calle con el arma”.
La diputada mencionó que en abril hubo semanas con uno o dos suicidios de policías, y que en la ciudad de Santa Fe se activó 90 veces el protocolo de prevención. También advirtió sobre el alto índice de consumo, violencia y alcoholismo dentro de las fuerzas, y los comparó con el sector de la salud en cuanto al nivel de estrés profesional.
“Que este programa no sea una pantalla pública para dar una respuesta inmediata. Necesitamos un cambio profundo. Porque la policía, que es quien nos cuida, también nos puede poner en riesgo si no está contenida”, concluyó.