Un cimbronazo sacude los cimientos del Poder Judicial fueguino. En primer lugar, el juez en lo penal de Ushuaia Andrés Leonelli está en el ojo de la tormenta, denunciado por tener material de abuso sexual infantil en su computadora. La acusación no proviene de cualquier fuente: fue directamente Google quien alertó sobre el aberrante hallazgo.
Lo que agrava la situación, y enciende todas las alarmas sobre posibles encubrimientos, es la misteriosa desaparición de pruebas clave: dos CD con imágenes fundamentales para la investigación se perdieron en el traslado entre Río Grande y Ushuaia.
Como si eso no fuera suficiente, otros hechos que involucran a miembros de la Justicia fueguina están saliendo a la luz, revelando un panorama de irregularidades y manejos controvertidos. Así, Felicitas Maiztegui Marcó, jueza Correccional de la ciudad capital, produjo un choque en cadena en pleno centro y en lugar de detenerse escapó del lugar. La Policía tuvo que investigar e identificar su vehículo. Es la magistrada que interviene como instancia de apelación de las infracciones de tránsito.
Felicitas Maiztegui Marcó.
Al parecer, hasta ahora nadie presentó una denuncia formal en su contra. La situación se vuelve aún más indignante al conocerse que la funcionaria, en medio de las acusaciones, estaría a punto de jubilarse, eludiendo cualquier posible responsabilidad o sanción.