Con velas encendidas y pancartas, residentes médicos, profesionales de la salud, trabajadores y docentes universitarios se movilizaron para rechazar la nueva resolución nacional que redefine el sistema de residencias y deja de considerar a estos profesionales como trabajadores.
La protesta, que se replicó en Santa Fe, Rosario y otras ciudades, fue encabezada por gremios y asociaciones del sector. “La situación crítica con las residencias se profundiza. El Gobierno Nacional ha sacado una nueva resolución que ya no considera como trabajador a los residentes, sino que los considera como becarios”, explicó por LT10 Jerónimo Ainsuain, médico, docente y presidente del Consejo Directivo de Sirpus.
Ainsuain remarcó que esta decisión implica pérdida de derechos adquiridos. “Les saca algunos derechos como aguinaldo, aporte jubilatorio y antigüedad. Y en nuestra provincia hay una parte de los residentes que tiene un contrato de provincia con Nación. Por esa parte del contrato es por la cual tienen esos aportes. Por lo tanto, los pocos que los tenían en Santa Fe, ya no son reconocidos como trabajadores”, aseguró.
“El vínculo formal se transforma en una simple beca, donde les van a seguir abonando, pero no se les reconoce como trabajadores”, advirtió el dirigente.
Además, explicó que esperan respuestas por parte de las autoridades provinciales: “Le hemos presentado una nota a la ministra y a la Dirección de Residencias Médicas en busca de alguna respuesta de cómo esa medida nacional repercutiría en las residencias que tenían esas becas, y a ver si ahora ya no las van a seguir teniendo, o cómo va a ser”.
Ainsuain pidió no perder de vista el rol fundamental que cumplen estos profesionales dentro del sistema de salud: “No nos olvidemos que los residentes son ya médicos, están matriculados. Se están especializando durante años, y en esa especialización atienden gran parte de los hospitales, servicios. Cualquier oyente que concurra a una guardia o a una internación seguramente es atendido por residentes”.
En el marco de la jornada, también se exigió la reapertura de la paritaria sectorial. “Un residente está trabajando entre 70 y 100 horas por semana. Están cobrando un promedio de 4.000, 5.000 pesos la hora. Realmente hay algunas cuestiones que hay que modificar, que hay que jerarquizar”, afirmó.
Por último, advirtió: “Producto de estas malas condiciones de trabajo, la falta de perspectiva profesional, hay muchas residencias que están en crisis. Se anotan cada vez menos profesionales. Eso hace que falten profesionales en lugares claves de atención, y los que se reciben migran al privado, a otras provincias o países”.