La tecnología avanza, pero también lo hacen las estrategias de quienes buscan aprovecharse de sus vulnerabilidades. Una de las estafas más recientes ocurre de forma simple y silenciosa: recibís una llamada, atendés, pero nadie habla. Lejos de ser un error, esto podría ser el primer paso de un fraude.
“Cuando una persona atiende una de estas llamadas, sin saberlo, confirma que su línea está activa”, explican expertos en ciberseguridad. Ese pequeño gesto es suficiente para que tu número se incorpore a bases de datos que luego circulan en el mercado negro digital, donde los datos personales —como el nombre, ubicación y hábitos— tienen un valor económico real.
Con esa información, los estafadores pueden avanzar en campañas más sofisticadas: falsos llamados de bancos, supuestas ofertas irresistibles o mensajes diseñados para robar tus datos o tu dinero. Muchas veces, las víctimas no se dan cuenta del engaño hasta que ya es demasiado tarde.
Recomendaciones para evitar estafas telefónicas Ante este tipo de amenazas, los especialistas recomiendan mantener una actitud preventiva. Si recibís una llamada y del otro lado no hay respuesta, cortá inmediatamente. No devuelvas la llamada ni insistas en saber quién fue.
Además, aconsejan:
- No decir “sí” ni ninguna afirmación al atender: tu voz podría ser grabada y usada de forma fraudulenta.
- Bloquear números sospechosos: muchas veces los ciberdelincuentes usan líneas temporales o extranjeras.
- Usar apps que bloquean spam o llamadas indeseadas, disponibles en las tiendas oficiales de Android y Apple.
La clave es actuar con cautela. En tiempos donde los fraudes se perfeccionan con la tecnología, una simple llamada en silencio puede ser la puerta de entrada a una estafa. La prevención, una vez más, se convierte en la mejor defensa.