En un mundo donde la inteligencia artificial y la robótica avanzan a pasos agigantados, el ingeniero Shane Wighton decidió combinar ambas en un experimento tan curioso como arriesgado: construir un robot capaz de cortar el cabello como un verdadero estilista.
Conocido por su canal de YouTube Stuff Made Here, Wighton desarrolló un brazo robótico equipado con tijeras afiladas que puede realizar cortes de pelo de manera autónoma. Todo surgió a partir de una necesidad personal: encontrar un peluquero confiable. En lugar de seguir buscando, optó por crear uno.
El proceso no fue fácil. Las primeras pruebas, realizadas sobre maniquíes, estuvieron lejos del éxito. “El robot tendía a descontrolarse, haciendo cortes peligrosos”, admitió Wighton. Pero lejos de abandonar la idea, perfeccionó el sistema y añadió una capa de interacción social, permitiendo que el robot mantuviera conversaciones básicas con el usuario.
Para enseñarle a la máquina qué corte realizar, utilizó un modelo 3D de cabeza sobre el que pintó la forma deseada. Las zonas claras representaban cabello largo y las oscuras, más corto. Este sistema de interpretación visual fue clave para que el robot comprendiera las instrucciones.
También programó los ángulos de corte, lo que permitió detalles precisos como flequillos rectos y contornos definidos alrededor de las orejas. Finalmente, Wighton se ofreció como voluntario para probar su invento. Aunque el resultado no fue perfecto, demostró que la robótica puede tener un lugar incluso en tareas tan delicadas como cortar el cabello.
El video de la prueba final ya circula en redes y acumula miles de visualizaciones. Si bien el avance es prometedor, el propio Wighton remarcó que “la seguridad es un aspecto fundamental cuando se trata de máquinas que trabajan tan cerca del cuerpo humano”.